La cifra de negocio de la compañía propietaria de las galletas Oreo y LU, los chocolates Cadbury y Milka o los chicles Trident, alcanzó 54.365 millones de dólares (41.500 millones de euros), un 10,5% más.
En concreto, las ventas de Kraft Foods en EEUU experimentaron un aumento del 5,1%, mientras que en Europa se incrementaron un 14,9% y avanzaron un 16,2% en los mercados emergentes.
En el cuarto trimestre del año, la multinacional obtuvo un beneficio neto de 830 millones de dólares (633 millones de euros), un 53,7% más, mientras su facturación aumentó un 6,6%, hasta 14.688 millones de dólares (11.212 millones de euros).
De cara al ejercicio 2012, Kraft prevé registrar un crecimiento orgánico del orden del 5% y una mejora del beneficio por acción de al menos el 9% a divisas constantes, a pesar del alza efectiva de los tipos fiscales y de los costes de los planes de pensiones.
Asimismo, la multinacional indicó que asumirá una carga extraordinaria relacionada con su reestructuración y costes de transición de entre 1.600 a 1.800 millones de dólares (687 y 1.374 millones de euros) con motivo de su escisión en dos compañías independientes.
Además, Kraft espera un impacto de entre 400 y 800 millones de dólares (entre 305 y 610 millones de euros) por el coste potencial de la indemnización por ruptura de un acuerdo sobre la deuda de la compañía, que pretende migrar hacia la nueva empresa enfocada a los ultramarinos en Norteamérica tras su escisión.