400 millones de euros en tres años. Es lo que va a costar al Gobierno central la Ley Wert, que ha usado los juegos de palabras de Montoro para defender algunas de sus ideas, muchas de las cuales son coherentes. Para Wert la reválida es un camino de señalización, y falta que hacen porque los datos son estremecedores. Hay medio millón de alumnos en España que están repitiendo y eso le cuesta a España 2.500 millones de euros. La tasa de abandono escolar es del 25%, y un 23,7% % de jóvenes ni estudian ni trabajan. Solo nos gana en esto Israel. El gran objetivo de la ley es evitar el abandono temprano de los estudios por parte de los jóvenes y relanzar la FP como vehículo para encontrar empleo, o eso es lo que comenta el Gobierno.Y para eso va a haber una serie de evaluaciones en el camino educativo.
En cuanto a la financiación de la norma, la mitad del dinero que le corresponde al Estado lo puede desembolsar la Unión Europea. El Gobierno quiere que esa financiación salga el Fondo Social Europeo. En cuanto al coste autonómico, las comunidades podrían desembolsar hasta 926 millones de euros al año.
El ministro Wert ha dejado claro cuáles son los objetivos de su nueva ley: “El 40% de los chicos de 15 años han repetido al menos un curso y esto supone una ineficiencia económica tremenda”, dice José Ignacio Wert que no quiere que la FP sea recibida como una carretera de segundo orden. Los jóvenes repetidores en España llegan al 57%, en Alemania al 8%. Pero más allá de esto hay una serie de datos que demuestran que el consenso que no se ha logrado una vez más (en este país cada Gobierno hace una ley de educación y así nos va) era necesario. Y cambiar la ley actual también.
El gasto en educación supera la media de la OCDE
Si los datos antes expresados no lo dejan claro, los informes de la OCDE y PISA son reveladores. España paga a los profesores por encima de la media europea, aunque nos parezca mentira. Eso es lo que dice la OCDE. Además, el gasto público es un 21% superior a la media de los países del entorno económico y de la UE.
El gasto total en educación dividido por el número total de alumnos en España (pública, concertada y privada) se sitúa en 7.645 euros, un 6% más que los 7.214 euros de la OCDE y un 7% por encima de los 7.112 euros de la UE.
En primaria la retribución de los profesores españoles es superior a la media de los países de la Europa de los 21 en un 28% en el inicio, en un 12% a los 15 años y en un 15% la máxima. En secundaria las retribuciones de los profesores españoles también son superiores en un 35% en el inicio, en un 15% a los 15 años y en un 18% la máxima. Solo Dinamarca, Luxemburgo, Suiza y Alemania pagan más al inicio de dar clases en una escuela. Después de 15 años es verdad que España pierde posiciones y es superada por los anteriores más Canadá, Irlanda, Escocia, Australia, Korea, EEUU Japón, Inglaterra y Bélgica.
En Secundaria solo los profesores de Luxemburgo, Suiza, Alemania y Dinamarca cobra más en los inicios y Holanda, Bélgica e Irlanda nos superan en salarios después de 15 años. En ratio por alumno también estamos por debajo de la media Europea.
Deficiente en PISA
España sigue por debajo de la media internacional en efectividad de su sistema escolar, de acuerdo con el último informe PISA realizado por la OCDE. En el estudio se midieron las competencias en matemáticas, lengua y ciencia de unos 27.000 alumnos de 15 años, de 910 centros.
Nuestro país obtuvo 481 puntos en las últimas pruebas de PISA, 12 puntos por debajo de los obtenidos en promedio por la OCDE. España se encuentra por debajo de los principales Estados miembros de la UE, ocupa el puesto 18 entre los 25 países comunitarios evaluados.
Lo que lastra en este informe es la tasa de repetidores, que fue del 36% entre los alumnos evaluados.
A la cola en mates, ciencias y lengua
España obtiene una puntuación media de 481 puntos en lectura y ocupa el puesto 25 entre los 33 países de la OCDE. Es decir, se encuentra en la cola. Los países con mejores resultados son Shanghái-China (556), Corea del Sur (539), Finlandia (536), Canadá (524) y Japón (520).
En matemáticas, España obtiene una puntuación media de 483 puntos, se sitúa en el puesto 28, es decir, aún peor que en lengua. Los países con mejor rendimiento son Shanghái-China (600), Singapur (562), Hong Kong (555) y Corea del Sur (546).
Y en ciencias, de nuevo suspenso, sacamos 488 puntos, lo que nos sitúa en el puesto 27 de los 33 países de la OCDE. En el otro lado figuran Shanghái-China (575), Finlandia (554), Hong Kong (549), Singapur (542) y Japón (539).
Menos alumnos por aula que en Europa, según la OCDE
Con los ajustes de 2012 se aumentó la ratio de alumnos por aula. En Primaria se pasó de 27 a 30, y de 30 a 36 en Secundaria. Según el Gobierno, lo que se hizo es «flexibilizar» un 20% el índice.
Pero el informe de la OCDE señala que la ratio alumnos por profesor en España está por debajo de la media de la OCDE y de la UE en todos los niveles educativos. Según este estudio, la ratio aquí es de 10,1, inferior al 13,7 de la OCDE y del 11,7 de la UE. Los índices más bajos están en Italia, Noruega, Suecia y Portugal; por el contrario, las ratios más elevadas se localizan en Francia, Reino Unido, México, Brasil y Chile.
Un 24% de »ni-nis»
El 24% de los jóvenes españoles de entre 15 y 29 años ni estudiaba ni estaba empleado en los primeros años de la crisis. Entre 2008 y 2010, las personas en esta situación aumentaron siete puntos en España, la tercera subida más elevada después de Irlanda y Estonia.
El estudio de la OCDE indica que la crisis se ha cebado con quienes menos formación tenían. Y el resultado es que la tasa de paro juvenil supera el 50%.
El abandono escolar dobla la media de la UE
El abandono escolar afecta a casi un 30% de los jóvenes en España, casi el doble que la media europea, que se sitúa en el 14,5%, según datos del Instituto de Estudios Económicos (IEE). Entre los varones, el índice es del 28,8%, mientras que en el caso de las mujeres la tasa roza el 21%.
Por detrás de España se sitúan Malta (27,5%), Portugal (27,1%) e Italia, con una tasa del 20,5%.
Este indicador mide la proporción de alumnos de entre 18 y 24 años que no se han titulado en FP ni Bachillerato ni siguen ningún tipo de formación. La UE se ha propuesto reducirlo hasta el 10 % en 2020 y España hasta el 15 %, aunque hay dos autonomías que están ya por debajo de este nivel: Navarra (12 %) y País Vasco (13%).
Las tasas universitarias son más baratas
La OCDE señala que las tasas que pagan los estudiantes universitarios en España son en general bajas. El importe medio es de 820 euros. Pero el Gobierno aumentó el coste de las matrículas en el paquete de ajustes en educación, para subir la factura que abona el alumno por su educación universitaria del 15 al 25%. El aumento no ha sido homogéneo entre las comunidades, que aplican las subidas.
En todo caso, el modelo de financiación en España se caracteriza por tener unas tasas bajas, en comparación con países como Reino Unido, Estados Unidos o Japón. Este sistema es similar al que se aplica en países europeos como Austria, Bélgica, República Checa, Francia, Irlanda, Italia o Portugal.
Pero la proporción de alumnos que acceden a préstamos o becas no es alto: el 34% de los universitarios tiene ayudas.
Los países nórdicos financian las universidades y tiene una amplia oferta de becas y préstamos público, que beneficia a un porcentaje elevado de estudianteS. Mientras, en Estados Unidos, los alumnos tienen que pedir créditos de entre 15.000 y 25.000 euros para costearse la universidad pública. En Japón las tasas universitarias son elevadas, de 3.500 euros, aunque un tercio de los jóvenes recibe beca.
Asegurar el estudio en castellano
Pero en España lo que importa es… la polémica entre Catalunya y España o el hecho de que el Gobierno quiera adelantar el pago de la escolarización privada de aquellos alumnos que no tengan garantizado el aprendizaje en castellano en los centros públicos o concertados de las comunidades con lengua cooficial, y se lo descontará a éstas de la financiación autonómica que les corresponda..
Las mismas fuentes han explicado que la memoria económica del proyecto de Ley Orgánica para la Mejora para la Calidad de Educación (Lomce) prevé una partida anual de cinco millones de euros para la escolarización de los mil alumnos que pudieran estar en tales circunstancias, aunque han matizado que dependerá finalmente de los casos reales.
Según la Generalitat, serían solo unos 17 casos, pero las fuentes del ministerio han enfatizado que no se trata de si son muchos o pocos, sino de garantizar los derechos individuales reconocidos por la Constitución y el Tribunal Constitucional.
Desde el punto de vista académico, las lenguas cooficiales serán de libre configuración autonómica, con un tratamiento equivalente a las asignaturas troncales (aquellas que define el Estado, como matemáticas y lengua castellana), de tal forma que se tendrán en cuenta en las evaluaciones.
Religión contará en la nota pero no será obligatoria
Sobre otras observaciones del Consejo, el ministerio ha decidido que la asignatura de religión y la alternativa de valores en primaria y ESO serán de oferta obligatoria para los centros y elección voluntaria por los alumnos.
Adiós a Educación para la Ciudadanía
No obstante, éstos también podrán estudiar la no elegida de las dos como materia optativa, con lo que se resolvería, según las fuentes, la advertencia del Consejo de Estado de que obligar a matricularse sólo en una de ellas podría ser discriminatorio. A su vez se suprime Educación para la Ciudadanía, cuyo temario se aprenderá de forma transversal. Los centros que eduquen por sexos separados deberán justificar que este modelo no es discriminatorio en calidad educativa si quieren optar a ser concertados.
Se pedirá a Europa que financie la mitad de lo que aporta el Estado a la ley
En cuanto a la memoria económica, las fuentes han subrayado que mantienen los cálculos iniciales, si bien se ha acordado con el Ministerio de Empleo solicitar financiación del Fondo Social Europeo para sufragar entre el 50 y el 65 % de los costes directos de implantación.
Tanto la nueva FP básica como las dos trayectorias de cuarto de ESO -hacia bachillerato y FP- suponen el 95 % de los costes directos de implantación de la nueva ley, que corresponden a la administración central.
Si se tiene en cuenta el calendario de las asignaturas del bachillerato, el coste neto de la reforma para el Estado será de 23 millones de euros el primer año; 130 el segundo; y 255 el tercero. Las comunidades deberán asumir los costes de su puesta en práctica, que serán mayores cuantos más alumnos permanezcan en el sistema escolar y más se matriculen en FP, debido a una mayor necesidad de profesorado.
En Primaria las CCAA diseñarán las pruebas externas, mientras que a partir de ahí lo hará el Estado y tendrá valor
En cuanto a las evaluaciones para todos los alumnos al final de cada etapa, corresponderá a las CCAA definir las pruebas en primaria para detectar precozmente los déficit de aprendizaje; y al Gobierno, las de ESO y Bachillerato, pues conllevan la obtención del título correspondiente, como competencia del Estado. El Ministerio calcula que la reforma se implantará en dos cursos (tres años naturales), a partir de 2014-2015.