El mercado de falsificaciones ha cambiado: antes se falsificaban bolsos, ahora smartphones. El alto coste de algunos modelos hace que aumenten las ventas ilegales de estos móviles, que por fuera son idénticos a las marcas más caras, pero por dentro están hechos con deshechos o son versiones muy inferiores.
Las tecnológicas de todo el mundo estiman que en 2015 dejaron de vender 184 millones de teléfonos inteligentes, lo que les supuso pérdidas de 45.300 millones de euros. Las más afectadas fueron Apple y Samsung, aunque es un problema que afecta a todos los fabricantes. Solo en España, las ventas perdidas para las empresas fueron de 386 millones en 2015, un 10% de las ventas del sector.
«Las falsificaciones afectan a la seguridad, a la salud y la privacidad de los consumidores, así como al crecimiento económico», ha asegurado Brahima Sanou, director de desarrollo de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) que ha realizado este informe junto a la Oficina de Propiedad Intelectual europea (EUIPO).
Falsificaciones en China, África y América Latina
España se encuentra ligeramente por encima de la media europea. En la UE un 8,3% de las ventas del sector fue fraudulento. Unos 4.200 millones de euros perdidos. Pero no es la región más dañada por este problema.
Según este estudio al que ha tenido acceso Teinteresa.es, las falsificaciones causaron la pérdida del 21,3 % de las ventas en África, el 19,6 % en América Latina, el 17,4 % en los países árabes, el 15,6 % en China.