La OCDE, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, ha publicado hoy sus conclusiones y previsiones semestrales y ha dejado algunas sorpresas. La conclusión más clara es que el periodo de austeridad ha muerto: llega el momento de las políticas expansivas a nivel mundial.
La Organización ha valorado positivamente la postura de política fiscal expansiva que mantiene el equipo del presidente electo de EEUU, Donald Trump. Aunque no se conocen los detalles de las iniciativas que llevará a cabo durante su mandato, consideran que la inversión en infraestructuras que promete y las rebajas de impuestos «consistentes» son recomendables.
El secretario mexicano Angel Gurría ha asegurado que «las señales apuntan a cierta postura expansiva e inflacionista y son cosistentes con las recomendaciones de la OCDE». El llamado Club de los países ricos ha revisado así al alza su previsión de crecimiento para EEUU y cree que en 2016 el país se expandirá un 1,5%, una décima más de lo previsto en septiembre.
Más a futuro los augurios mejoran: EEUU crecerá un 2,3% en 2017 y hasta un 3% en 2018.
Política expansiva también para Europa
Para el resto del globo la organización ha reclamado una acción concertada de estímulos, principalmente por parte de EEUU, Europa y China, para sacar al mundo de la «trampa» del bajo crecimiento que arrastra desde la crisis.
Se trata de aprovechar la «ventana de oportunidad» que suponen los tipos de interés históricamente bajos, que ofrecen margen durante unos años para activar un estímulo fiscal, ha explicado el secretario.
la OCDE cuenta con esa política expansionista para elevar la progresión del producto interior bruto (PIB) mundial del 2,9 % que espera en 2016 (la misma cifra que había anticipado en septiembre) al 3,3 % en 2017 (una décima más) y al 3,6 % en 2018.
La economista jefe, Catherine Mann, advirtió de que sin ese impulso fiscal el ascenso del PIB global se quedaría en el entorno del 3 % en los dos próximos ejercicios, y afirmó que con una acción concertada y continuada de los tres grandes bloques económicos se podría volver a una cadencia del 4 %, como sucedía antes de la crisis.
Rebaja la expectativa para España
Con respecto a España, la OCDE revisa al alza su previsión de crecimiento económico este año para igualarla a la del Gobierno (3,2 %), pero se mantiene menos optimista para 2017, al augurar que la cadencia se moderará al 2,3 % y que esa tendencia se prolongará en 2018, con un 2,2 %.
La OCDE manifiesta así su inquietud por que el Gobierno en minoría de Mariano Rajoy pueda reducir su capacidad para hacer las reformas que den un impulso a la actividad de forma sostenible.
Más allá de alertar sobre los riesgos de turbulencias en los mercados financieros internacionales, la OCDE eleva en cinco décimas la progresión del PIB español en 2016, que tendrá así el quinto más elevado de sus 35 países miembros, sólo por detrás de Islandia (6 %), Nueva Zelanda (3,7 %), Israel (3,6 %), Eslovaquia (3,3 %) e Irlanda (3,1 %).