Según ha explicado la calificadora en un comunicado, esta decisión se basa en un «deterioro» de la perspectiva externa, de inflación y fiscal del país respecto a su estimación previa.
«Rebajamos la nota de Turquía por lo que consideramos desequilibrios macroeconómicos crecientes. En este contexto, la rebaja refleja nuestra preocupación sobre un deterioro de las perspectivas de inflación y la depreciación y volatilidad a largo plazo del tipo de cambio de Turquía», indica S&P.
Además, esta decisión refleja la preocupación de la agencia sobre el «deterioro» de la posición externa del país otomano y su visión de la «debilidad» en la posición fiscal de Turquía como resultado del «continuo estímulo a la economía público y semipúblico».
Hace algunos meses, la calificadora amenazó con rebajar la nota del país al considerar que la depreciación de la lira y las presiones inflacionistas ponían en jaque a la economía otomana.