El paro se ha convertido en otra de las pesadillas del Presidente francés, François Hollande. A pesar del buen dato de enero, según el diario Le Figaro, ya se acercaría a una cifra de 600.000 parados más que cuando llegó al Elíseo.
En 33 meses, la curva del paro no ha hecho más que aumentar y únicamente se habría registrado un descenso, en tres ocasiones. Así, según el diario, a este ritmo batiría el de su predecesor, Nicolas Sarkozy, que se «anotó» 740.000 demandantes de empleo más en cinco años.
Y es que desde enero de 2014, la evolución del desempleo es claramente negativa, con un aumento del 4,8 % del número de parados en un año. Son además, los mayores de 50 o más años la franja de edad en la que más aumenta. Un 9,9 % en un año.
2014 terminó con un récord histórico de 3.500.700 parados. Ahora, el primer ministro francés, Manuel Valls, defiende que su Gobierno espera que la economía francesa crezca un 1 % en 2015, y confía que junto al aumento del PIB se materialicen «los primeros efectos del Pacto de Responsabilidad» que redujo masivamente las cotizaciones sociales que pagan las empresas.
Además, hace unos días se aprobó por decreto la Ley Macron, un paquete de medidas destinadas a reactivar la economía. Amplía horarios comerciales y desregula sectores y profesiones.