La comisión que investiga en el Congreso la crisis financiera, el rescate bancario y la quiebra de las cajas de ahorro comienza a partir de este lunes a trabajar en sus conclusiones, un dictamen que deberá hacer un diagnóstico de la situación e incluir propuestas con vistas al futuro.
Según han informado a Europa Press fuentes de la comisión que preside la diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas, los grupos tienen previsto reunirse el lunes y el martes a puerta cerrada para discutir sobre el dictamen que después tendrá que someterse a debate en la comisión.
Durante estos días trabajarán sobre un documento elaborado por los letrados adscritos a la comisión y la propia presidenta que recoge, sin ninguna valoración, un relato común sobre la crisis financiera a partir de las comparecencias celebradas en la comisión, así como una serie de propuestas de acción comunes.
Este documento ha sido elaborado teniendo como referencia los siete informes de los grupos presentados ante la comisión el pasado 18 de octubre. Unos informes que los grupos debieron estudiar para seleccionar aquellas partes que compartían del resto de propuestas, aquellas en las que veían posible alcanzar un acuerdo y aquellas que rechazaban de lleno.
EN COMISIÓN ESTA SEMANA Y EN PLENO EN FEBRERO
Tras estos trabajos de deliberación, los grupos tendrán un día para presentar propuestas de modificación, que defenderán y debatirán, junto con el texto del dictamen, en una sesión de comisión prevista para el jueves y que ya se espera que sea pública.
El texto se elevará después al Pleno, donde se debatirá junto con los votos particulares de cada partido que no hayan podido introducir en el dictamen. Para presentar estos votos particulares tendrán hasta el día 17 de diciembre, ya que no será hasta el mes de febrero cuando está previsto que los trabajos de esta comisión de investigación se debatan en el Hemiciclo del Congreso.
En sus informes, los partidos señalaron al Banco de España y al Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, pues hasta el PSOE concedía que las medidas inicialmente adoptadas por su Ejecutivo «acabaron por rebelarse insuficientes», ya que «retrasaron los inevitables ajustes y aumentaron los importes de recapitalización».
El PP no veía posible haber podido salir de la burbuja crediticia «de forma suave», pero sí considera que el Banco de España podía haber hecho un mayor esfuerzo en lo que respecta a la concentración de riesgo en el sector constructor e inmobiliario, y señalaba que, pese a que todos los supervisores del mundo sabían que existía la burbuja, pero nadie lo hizo porque era «muy productivo y lúcido ver crecer el PIB y la recaudación tributaria.
CS DENUNCIA LA POLITIZACIÓN DE LAS CAJAS Y PODEMOS CULPA AL PP
Unidos Podemos directamente cargó contra los diferentes gobiernos de PP y PSOE, pues les considera «cómplices necesarios» a la hora de alimentar la burbuja, alimentarla y no corregirla. Eso sí, apuntan a «las malas prácticas bancarias» como «causa principal» de la crisis, prácticas «comunes tanto a las cajas como a los bancos».
Una visión que contrasta con la de Ciudadanos, que señala que la politización de los consejos de administración de las cajas «contribuyó a inflar las dinámicas de la burbuja» y fue causa diferencial de la crisis en España, apuntando además que el retraso del Gobierno de Zapatero para adoptar medidas «agravó los perjuicios en términos de riqueza y empleo destruidos».