Ni hay fuga de depósitos, ni se espera que el pulso soberanista catalán afecte a la entidad. CaixaBank ha presentado hoy en Barcelona sus resultados anuales, y en el turno de preguntas han «llovido» los interrogantes sobre Catalunya, o la incidencia de las citas electorales en la economía. El riesgo de inestabilidad política se ha convertido en el principal tema de inquietud en el exterior, aunque se siga esperando la negociación.
El presidente de CaixaBank, Isidro Fainé, coincide con esa visión: “Seguirá habiendo reuniones y se llegará a un acuerdo. Lo razonable siembre acaba saliendo», ha asegurado. «Siempre hemos sido un país de negociación, y estoy seguro de que después de todos estos procesos seguirán habiendo reuniones y se llegará a un acuerdo, porque lo razonable siempre acaba saliendo», ha apuntado.
«Nuestra posición es la misma, de mucho respeto, y si quieren algo, los atiendo, sea el partido que sea», ha manifestado, pero ha insistido en que la preocupación de CaixaBank es lo que concierne a la empresa y gestionar su día a día.
El banco «no tiene ningún plan B» ante una hipotética independencia de Cataluña. “No noto nada. Me comentan cosas, pero yo no noto nada (…) Estamos ganando depósitos como ya han visto antes”, ha asegurado sobre si hay fuga de clientes de entidades que CaixaBank ha adquirido en otras comunidades autónomas.
«Estamos al margen de la política. Somos respetuosos con todos los procesos democráticos y procuramos respetar los puntos de vista diferentes, porque Cataluña siempre ha sido una tierra muy abierta», ha añadido. En general, ninguna convocatoria electoral debería afectar así, al crecimiento de España. Fainé, cree que «la economía va «tirando» sostenida por el petróleo, el euro o la reforma fiscal… tanto que llegará a crecer un 2,3%.