El documento elaborado por el Ejecutivo comunitario busca centrar el debate sobre el Marco Financiero Plurianual (MFF, por sus siglas en inglés) que mantendrán los jefes de Estado y de Gobierno en la cumbre del jueves y viernes de la próxima semana.
En este sentido, Bruselas ha recordado que los líderes de los Veintiocho deben fijar en su reunión las «directrices políticas» en relación a los «elementos claves» de ese futuro marco presupuestario a largo plazo, que debe ser «moderno y equilibrado» para que esté ligado a las prioridades de la UE y ofrezca «respuestas concretas» a los retos actuales y futuros.
La Comisión Europea también cree que el presupuesto a largo plazo debe ser «más sencillo y transparente», para que las partes interesadas «puedan sacarle el máximo partido», y flexible, con el objetivo de que pueda reaccionar «rápidamente y de manera decidida y eficaz en un mundo de rápida transformación».
El Ejecutivo comunitario también ha defendido que su propuesta de que el siguiente MFF tenga un tamaño equivalente al 1,11% de la renta nacional bruto de la UE sin Reino Unido es «ambiciosa y realista», además de «un presupuesto en el que se aplican las mismas normas para todos y que se financia cada vez más por fuentes directamente vinculadas a las políticas europeas».
Con respecto al calendario, Bruselas ha reclamado que se consigan «el máximo avance» posible para la celebración de la cumbre de Sibiu (Rumanía) del 9 de mayo de 2019, porque «facilitaría un acuerdo global y completo», incluidas las cifras, en octubre de ese mismo año.
«La adopción del próximo marco financiero plurianual antes de finales de 2019 garantizará que los nuevos programas estén listos y operativos a más tardar el 1 de enero de 2021», ha señalado la Comisión Europea.