La polémica en la portería del Bernabéu parece lejos de apagarse, a pesar de que ya ha pasado un año y medio desde que José Mourinho decidiera sentar en el banquillo al capitán madridista y vaca sagrada del vestuario Iker Casillas. Tras el fracaso de Adán -al que pudo la presión en un partido calamitoso con roja y penalti incluído ante la Real Sociedad en casa- llegaría la lesión en la mano de Casillas tras una patada fortuita de Arbeloa en Mestalla a la salida de un córner.
Con el capitán discutido y lesionado -y con Mourinho sumando más críticos que admiradores- el club decide el fichaje de emergencia de Diego López que ya tuvo que abandonar el Real Madrid en la temporada 2007-2008 precisamente por la competencia de …. Iker Casillas. Tras triunfar en el Villareal y alcanzar la internacionalidad en 2009, abandonaría el submarino amarillo tras su sorprendente descenso en 2012. El Sevilla lo ficha por 3 millones de euros pero con Michel en el banquillo no consigue hacerse con la titularidad que comparte con Javi Varas o el veterano e ídolo sevillista, ya retirado Andrés Palop.
El Madrid lo ficha por 3,5 millones de euros como solución de urgencia y en condiciones extremadamente complicadas, con un Madrid a la deriva en Liga y una grada en ebullición contra el entrenador, Jose Mourinho. López da la talla a pesar de que el Madrid no gana ningún título en la última temporada de The Special One en el banquillo merengue.
Este año no parece que vaya a repetirse la salomónica decisión de Carlo Ancelotti de alternar a Casillas y López en Champions, Copa y Liga respectivamente. El fichaje del costaricense Keylor Navas por diez millones de euros -una ganga en los tiempos que corren- parece indicar que el club no está por la labor de repetir la jugada de la temporada pasada, con López y Casillas convertidos contra su voluntad en arietes del Mourinhismo y el Antimourinhismo, en las gradas divididas del Bernabéu.
En este sentido, la afición -y las encuestas que tanto gustan a Florentino Pérez- parecen haber inclinado la balanza en favor de Casillas. López abandonará el club con la carta de libertad (Mónaco, Nápoles y Chelsea están en todas las quinielas) pero el capitán no debería celebrarlo demasiado. El fichaje de Keylor Navas constituye todo un mensaje de la directiva que todavía recuerda que una salida en falso de Casillas en la final de Lisboa estuvo a punto de truncar el sueño de la Décima. El triste mundial de Casillas -en contraste con el gran torneo del portero de Costa Rica- tampoco ayudan a que el de Móstoles sea el dueño definitivo de la portería blanca esta temporada. En los partidos de pretemporada en Estados Unidos, sobre todo ante el Manchester United, se ha podido ver a un Casillas aún fuera de forma, pero Ancelotti ya ha confirmado que será el portero titular en la Supercopa contra el Sevilla. Otra cosa es lo que pase después porque el técnico italiano también sentenció después de la derrota ante los de Van Gaal, que después de disputar la Supercopa «ya veremos». Ancelotti no se casa con Iker ni con nadie y si la temporada pasada tomó la decisión salomónica de alternar porteros en Liga y Champions esta puede repetirse, aunque seguramente con distintos protagonistas porque la llegada de Navas provocará una salida.