El portugués del equipo Movistar Rui Costa se convirtió este domingo en el nuevo campéon del mundo de ciclismo en ruta tras imponerse en la línea de meta al español Joaquím »Purito» Rodríguez en un agónico sprint final, después de 272 kilómetros, que arrancaron en las Termas de Montecatini y terminó en un circuito por los alrededores de Florencia.
En un Mundial que pasará a la historia por su dureza y por la lluvia, todo se decidió en la última vuelta. España seleccionó bien la carrera en la última ascensión a Fiesole, con un »Purito» que realizó un trabajo sensacional, y se fue con Rui Costa, el italiano Vincenzo Nibali y Valverde.
El catalán del Katusha había atacado en los últimos kilómetros y detrás de él se marcharon el italiano Vincenzo Nibali, el español Alejandro Valverde y el portugués Rui Costa.
»Purito» llegó a disponer de ventajas por encima de los diez segundos con respecto a sus perseguidores pero en la última »tachuela» antes de la meta, el trío le dio caza y marcharon justo hasta menos de dos kilómetros de la llegada.
Ahí, Rodríguez volvió a atacar y cogió unos metros de ventaja mientras que por detás sus compañeros de escapada sólo pensaban en vigilarse. Valverde, en una gran labor de equipo, se encargó de ralentizar el ritmo de Costa y Nibali, pensando en la victoria de »Purito».
Agónico kilómetro final
Cuando parecía que la ventaja del catalán podía ser suficiente para hacerse con el oro, por detrás llegó el portugués, hasta esta temporada en la filas del Movistar y que la próxima campaña militará en el Lampre-Mérida italiano.
El último kilómetro sólo sirvió para que el duo de cabeza se vigilara hasta que, a unos 300 metros de la llegada, el luso lanzó su ataque que, a la postre, sería definitivo.
Por detras, llegó Valverde que se impuso en el sprint por la medalla de bronce a Nibali. El murciano sumó así su tercer bronce mundialista, tras los logrados en 2006, en Salzburgo, y el año pasado, en Valkenburg. Antes, ya había sumado dos platas en 2003, en Hamilton, y 2005, en Madrid.
»Purito» lloró en el podio
En el podio, llamaron la atención las lágrimas de alegría de Rui Costa, frente a las de rabia e impotencia Joaquím Rodríguez que veía, cómo, una vez más, se le escapaba una gran victoria en los instantes finales.
El catalán, que ya fue tercero en el campeonato del mundo de 2009, este año ha finalizado tercero, en el Tour y cuarto, en la Vuelta. Sin embargo, fue en 2012 cuando se le juntaron todos los males y perdió casi »sobre la bocina» el Giro y la Vuelta.
En la ronda italiana perdió la maglia rosa en la última etapa en una contrarreloj en Milán. Tras la penúltima etapa con final en el Passo dello Stelvio, su ventaja sobre el segundo clasificado, Ryder Hesjedal, era de 31 segundos. Sin embargo, en esa última etapa, »Purito» perdió 47 segundos con respecto al canadiense que se alzó con el triunfo final por sólo 16 segundos.
Mientras, en la Vuelta, Alberto Contador le arrebató la victoria a cinco etapas del final cuando el de Pinto lanzó un atrevido ataque desde lejos y logró una gran triunfo en la etapa con la meta en Fuente Dé. Los más de dos minutos que sacó al catalán en la meta cántabra fueron suficientes para hacerse con el maillot rojo en el madrileño Paseo de la Castellana.