De traidor a ídolo. A Mario Götze, el nuevo héroe alemán que con su gol en la final de Maracaná pasará a la historia del fútbol como el jugador que le dio el cuarto Mundial a Alemania, protagonizó a mediados de 2013 uno de los episodios más convulsos en su país. Un día antes de jugar el partido de ida de las semifinales de la Champions contra el Real Madrid se filtró que había fichado por el Bayern de Múnich, el máximo rival en el país germano. Decidió hacer efectivo el pago de los 37 millones de euros que figuraban en su cláusula y pasó a ser el gran traidor. Fue una puñalada para los aficionados. Se cargó la magia de la hinchada del Borussia Dortmund que tenía que jugar, en apenas 24 horas, un duelo decisivo contra el equipo que entrenaba Mourinho.
Jürgen Klopp, el entrenador del Dortmund, decidió que Götze no podía estar en el once en este partido que se jugaba en el Westfalenstadion. Los seguidores, de uñas con el que era su ídolo y al que llamaban el ‘Messi alemán’, empezaron a quemar sus camisetas y decidieron darle la espalda al que calificaron como judas. Le prepararon una pancarta que decía: ‘La búsqueda del dinero muestra el corazón que uno tiene. Váyase a la mierda Götze”. El escenario estaba caliente contra el futbolista y empezó el partido en el banquillo. La goleada de Borussia Dortmund, con un espectacular Lewandoswki, y sus cuatro goles hizo que el estadio se convirtiera en una fiesta y cuando salió Götze se le trató con indiferencia. Ese año la final de la Champions enfrentó al Bayern de Múnich contra el Borussia de Dortmund y salió campeón del equipo bávaro entrenado por Heynckes. El morbo de ver a Götze enfrentándose al que iba a ser su equipo alimentó el odio.
Mario Götze se convirtió en el primer fchaje de Pep Guardiola para su nueva etapa en el Bayern de Múnich y uno de esos jugadores con los que transformar el juego directo del equipo en un estilo más elaborado. Lo mismo ha hecho el seleccionador Löw con Alemania apoyándose en su talento. El que fue odiado y calificado como traidor por la hinchada del Borussia Dortmund y que salió por la puerta de atrás de un club con historia, hoy le ha dado la mayor alegría a su país con el gol, en el minuto 113 de la prórroga contra los argentinos, que convierte a Alemania en la mejor selección del mundo.