El primero de los cinco conciertos tendrá lugar el 24 de julio en el Festival Castell de Peralada, seguido de otro previsto el 7 de agosto en el Festival de la Porta Ferrada en Sant Feliu de Guíxols, y otro en la Plaza de Toros de Tarragona el 14 de agosto, mientras que la ciudad de Barcelona tendrá recitales los días 13 y 14 de septiembre en el Palau Sant Jordi.
Sabina ha explicado que el título del álbum se debe al «ejemplo ético y estético» que dio la orquesta del Titanic cuando el barco se hundía, y que buscaba que la gente se consolara, algo igualmente necesario en los actuales tiempos tan demagógicos, ha dicho Sabina.
Lo novedoso de este álbum es que las canciones –tanto la música como la letra– están compuestas por ambos e incluso tienen algo de la personalidad de los dos artistas.
Para Serrat, este nuevo trabajo confirma además la «comodidad y la franqueza» de trabajar juntos, mientras que Sabina ha señalado que se siente como un niño fan que cumple de su sueño haciéndose amigo de su héroe.
En este sentido, Serrat ha explicado que si uno no es fan del otro «es difícil trabajar sin que todo chirríe», por lo que Serrat ha confesado que Sabina le gustó musicalmente desde que empezó.
Pero además de admiración artística, entre ambos existe una sólida relación personal, según han explicado ambos antes de elogiarse: Serrat ha aplaudido la generosidad de Sabina, pero ha dicho que también tiene muchos defectos aunque ninguno le provoca «rechazo suficiente».
MOCIÓN A LA TOTALIDAD
Aunque el trabajo conjunto no es lo más fácil, Serrat ha explicado que cuando hay algún asunto artístico que a uno no le gusta del otro, se hace una moción de censura a la totalidad: «Entonces, en lugar de irte a tu casa, propones otra cosa».
Más allá de lo artístico, las giras juntos resultan divertidas por la peculiaridad de ambos, ya que a Sabina no pueden faltarle «sus tres horas de gimnasia», ha bromeado Serrat.
Sobre la interpretación de Sabina de temas en catalán, éste ha asegurado estar muy contento «aunque con algo de vergüenza», pero le ha quitado hierro al asunto defendiendo que es una cosa muy normal usar cualquier lengua.