Después de »El Orfanato» y »Lo imposible», todos esperamos con ansia el nuevo proyecto de J.A. Bayona. Aún tendremos que aguantar un poquito, pero el barcelonés ya está metido de lleno en su nueva historia, »Un monstruo viene a verme», que protagonizan Sigourney Weaver, Liam Neeson, Felicity Jones y el niño Lewis MacDougall.
Teinteresa.es ha viajado hasta Tarrasa para descubrir los escenarios de la cinta y te contamos diez secretos del rodaje de uno de los directores de cine españoles más aclamados de los últimos tiempos.
1. El guión estuvo en la »black list» de EEUU. «Los guiones de »Lo Imposible» y »Un monstruo viene a verme» formaban parte de lo que en Estados Unidos se conoce como »black list», listas elaboradas por los productores americanos de los mejores guiones que aún están por producir. En esta lista ambos guiones ocupaban muy buenos lugares -el tercer y cuarto puesto-, pero no había nadie dispuesto a producirlas. Son películas muy difíciles de producir dentro de un sistema tan conservador como el americano, en el que priman las películas de superhéroes, secuelas o franquicias», explica el director español.
«En Europa es donde se están haciendo estas películas que Hollywood no hace y por eso los actores de allí están deseando trabajar con nosotros. Además, con producción europea tenemos una libertad que no tendríamos con una superproducción americana», añade.
2. Un equipo cien por cien español. Parece que las cintas con actores americanos también cuentan con un equipo del otro lado del charco, pero en el caso de Bayona no es así. En el rodaje de »Un monstruo viene a verme» trabajan más de cien personas todas ellas son españolas (muchos de ellos han trabajado en la última de Ridley Scott, »Exodus» y la mayoría lleva con Bayona desde que empezó su carrera).
El único miembro del equipo extranjero es el mexicano Eugenio Caballero, el director artístico, que cuenta en su haber con un Oscar por su trabajo en »El laberinto del Fauno» de Guillermo del Toro.
3. La protagonista está cerca del Oscar. Felicity Jones da vida a la joven madre de Connor que está enferma. La actriz es sin duda una de las intérpretes de moda en Hollywood ya que su nombre suena muy fuerte como candidata al Oscar en la próxima edición de los premios de la Academia. Su papel en »The theory of everything» ha sido muy bien valorado por la crítica estadounidense.
4. El monstruo mide 11 metros. Para dar vida al espectacular monstruo de 11 metros (en el que se mete Liam Neeson) que se aparece cada noche al pequeño Connor, Bayona y su equipo han utilizdo la técnica del Motion Capture (una técnica de grabación de movimiento, en general de actores u animales vivos, y el traslado de dicho movimiento a un modelo digital, realizado en imágenes por ordenador), que se ha llevado a cabo en unos estudios en Oxford. «Recrear a este gigante ha sido lo más complicado. Tenemos el mejor equipo del mundo. Ha sido muy divertido poder combinar lo real con la última tecnología», dice Bayona.
5. Rodada entre Tarrasa y Machester. Los exteriores de »Un monstruo viene a verme» (los jardines de las casas y el colegio) se han rodado durante tres semanas y media en Manchester. Todos los escenarios interiores se han recreado en unos platós en Tarrasa (Barcelona), donde el equipo ha rodado durante doce semanas.
6. En Manchester les pilló un huracán en pleno rodaje. Entre las anécdotas de la producción, nos cuentan que mientras rodaban los exteriores en los maravillosos campos de Manchester, les pilló uno de los huracanes más fuertes de los últimos años. «De hecho usamos algunos planos del huracán para la película. Lo cierto es que siempre sucede que cuando quieres que llueva, hace sol y al revés. Son gajes del oficio», bromea el equipo.
7. En la peli aparecen dibujos hechos por Bayona. La nueva película del barcelonés está basada en la novela de Patrick Ness, »A monster calls» y Jota asegura que «no es autobiográfica pero es verdad que siempre tratas de enriquecer las historias con tus propias vivencias. Supongo que ese es el secreto para que sean genuinas. Como en »Lo imposible», que poca gente ha vivido un tsunami de verdad, pero todos hemos tenido tsunamis de otro tipo en nuestras vidas», explica.
Y si hay algo de Bayona en »Un monstruo viene a verme» es su pasión por el dibujo, algo que comparte con el pequeño protagonista de la historia. «De niño dibujaba compulsivamente y en la habitación de Connor hay dibujos míos. Hay algo de mi obsesión por el dibujo en la película», cuenta.
8. El niño fue seleccionado entre más de 1.000. El protagonista absoluto de »Un monstruo viene a verme» es Connor, un niño de 12 al que da vida Lewis MacDougall. «Él aparece en todas las secuencias de la película. Fue seleccionado entre más de mil y es que nos impresionó su facilidad para expresar emociones», nos cuenta Bayona. «La historia no introduce en el mundo fraccionado de los adultos que el niño no ve», añade.
Bayona está más que acostumbrado a rodar con niños ya que en sus otras dos cintas también aparecen como personajes principales. «Cada día es diferente y cada niño también. Aprendes a trabajar con ellos. Lo bueno que tienen es que se tiran de cabeza en todo lo que les pides, te siguen mucho más que los adultos. No siento el peso de trabajar con ellos, al revés, me da mucha libertad», explica.
9. Mucho atrezzo se compró en mercadillos de Londres. Durante la labor de documentación para ambientar las casas de Connor y de su abuela, el equipo de Bayona visitó varias casas de vecinos de Manchester. A partir de ahí, recorrieron mercadillos de la zona para comprar muebles y todos los detalles que forman parte de estos dos escenarios fundamentales.
La casa de la abuela es mucho más sobria, sin colores vivos, con cuadros de caballo o naturalezas muertas, que se han hecho expresamente para la película. La de la madre y el niño es mucho más colorista, llena de dibujos del niño, más desordenada, caótica. Sin duda, la habitación de Connor es la que más refleja el espirítu realista de la cinta, ya que está llena de juguetes, un tren eléctrico, pinturas…
10. La casa de Connor es más grande de lo normal. Para que el niño parezca más pequeño de lo que es, la casa se ha construido en una proporción mayor a la real. Además, según podemos ver, todas las paredes son móviles y las luces van por un sistema automático que puede manejarse desde un iPhone, para facilitar los tiros de cámara durante el rodaje.