Rodrigo Sorogoyen, que rueda estos días en Madrid «El Reino», su cuarto largometraje, vive un momento dulce gracias al cortometraje «Madre», una historia sencilla y sobrecogedora que ya le ha dado una decena de premios y que ahora ha sido seleccionada para competir en el próximo Festival de Toronto.
«Cuando funcionan los tres elementos: el guion, los actores y el plano secuencia, la película sale redonda», ha dicho el realizador madrileño en una entrevista con Efe, «encantado» de los reconocimientos que está recolectando su pequeña historia.
«Madre» cuenta, en apenas diecinueve minutos -tiempo real-, la angustia contrarreloj de Marta (Marta Nieto) que, a punto de salir de casa con su madre (Blanca Apilánez), recibe una llamada de su pequeño hijo, Iván (Álvaro Balas), que pasa unos días con su padre en una playa de Francia.
Sorogoyen explica que hizo el corto en un momento en el que «lo lógico habría sido no hacerlo».
«Estaba presentando »Que Dios nos perdone» y enseguida tenía que ponerme con »El Reino», pero mi productora, Caballo Films, con la que hicimos »Stockholm», recibió la confirmación de que nos daban algunas ayudas que habíamos pedido».
Aunque el guion estaba escrito desde 2010, asegura que si no hubieran tenido la ayuda de la Comunidad de Madrid, no lo habrían hecho. «Nos asociamos con Malvalanda y el proyecto fue tomando forma. Como cineasta, lo que quieres es rodar, así que eso hicimos», recuerda.
Ponerlo en marcha fue fácil; la preparación y el rodaje les llevó un mes y el montaje otro, comenta.
«Hay cortos, a veces, que son sencillísimos, en el buen y en el mal sentido, pero si los tres elementos funcionan, el guion, los actores y el plano secuencia, la película sale redonda. Reconozco que ha salido bastante bien», apunta.
Uno de los puntos más decisivos, reconoce Sorogoyen, era el papel del niño de seis años protagonista de la historia.
«Tenía mucho miedo, pero conocía a Álvaro Balas de una serie de televisión, y lo clavó. Estoy más que satisfecho con su trabajo porque psicológicamente la voz del niño te hace sentir…», dice, y no acaba la frase aunque, después de ver el corto, tampoco hace falta.
Sorogoyen (Madrid, 1981) habla con Efe en un descanso del rodaje de «El Reino», su cuarto largometraje, que ha sobrepasado ya su quinta semana, lo que le «tranquiliza» un poco; no obstante, ya ha perdido unos «veinte kilos», bromea.
Explica que los productores de «Que Dios nos perdone» les encargaron a él y a Isabel Peña, con quien firma los guiones, una nueva película.
«Teníamos un proyecto, pero por motivos que no puedo contar -dice- decidimos aparcar eso y empezar de cero».
Y empezaron por leer periódicos y escuchar la radio.
«Cuando empezamos a escribir estaban cerca las elecciones y decidimos contar lo que está pasando en nuestro país y lo que, lamentablemente, sale a la superficie en cuanto te pones a escarbar».
Así, señala, «El Reino» nació «como un grito de rabia y nos salió un thriller; es lo que quieren los productores y a nosotros nos encanta el género porque permite muchas capas».
La cinta «juzga poco», dice, porque confía en que sean los espectadores quienes lo hagan; se conforma con incitar a pensar y que los demás «se hagan preguntas».
«Es que yo, cuando lo pienso, no puedo comprender cómo en España hay tantos ladrones. Pues pensando en todas esas cosas nos pusimos a escribir Isabel y yo», explica.
En «El Reino» (de España, se entiende) el protagonista «es uno solo y de lo que hablamos es de la corrupción. Viviremos su día a día y lo veremos todo con sus ojos para intentar entenderlo».
Ese protagonista absoluto es Antonio de la Torre, al que siempre tuvieron en mente cuando escribían: «Es el mejor para el papel, aquí le vemos carismático, hablador, de pensamiento rápido».
Y con De la Torre, un puñado de los mejores actores españoles: Bárbara Lennie, Jose María Pou, Ana Wagener, Luis Zahera o Nacho Fresneda, entre ellos.
Antes de su estreno, para el año que viene, la película tendrá un pequeño adelanto el domingo 24 de septiembre al comienzo del 65 Festival de Cine de San Sebastián.