Un total de 97.590 personas ha visitado la gran exposición internacional sobre la antigua cultura Maya que ha acogido el Museo Arqueológico de Alicante de la Diputación (Marq) desde su inauguración, el 25 de mayo de 2017, hasta ayer, 7 de enero, según un comunicado de la institución provincial.
El Marq alcanzó cifras récord durante la semana de puertas abiertas -celebrada del 2 al 7 de enero para clausurar la muestra, que lleva por título ‘Los Mayas: El enigma de las ciudades perdidas’-, con casi 6.000 visitantes.
Esta exposición ha permitido conocer el legado de una de las civilizaciones más enigmáticas del mundo, desde la recreación de su origen, a través de la arquitectura monumental de las pirámides y los misterios de la escritura jeroglífica dispuesta en estelas o dinteles, hasta la reproducción de un imponente templo de esa cultura.
Además, la propuesta ha incluido piezas de gran valor histórico, como la figura de un hombre con atributos de jaguar -«ha acaparado todos los elogios de los visitantes», según la Diputación de Alicante-, una máscara de jade, diversas estelas, platos e incensarios.
Esta muestra resume los 3.000 años de cultura Maya (periodos preclásico, clásico y postclásico) con numerosas piezas en piedra, estuco, jade y obsidiana que reflejan el sistema de vida, la estructura social, la cosmovisión, así como el ascenso, descenso y desaparición de esta civilización, cuyos últimos vestigios coincidieron con la llegada de los españoles, hace 500 años.
El diputado provincial de Cultura, César Augusto Asencio, ha resaltado la calidad de este proyecto colaborativo internacional, que «se ha gestado a lo largo de varios años y que ha supuesto una oportunidad única para contemplar piezas que no volverán a exponerse en Europa en mucho tiempo».
Durante los últimos meses, el Marq ha ofrecido al público la esencia de esta civilización mediante una importante colección de doscientas piezas procedentes del Museo Nacional de Arqueología y Etnología de Guatemala (Munae) y de dos instituciones guatemaltecas, la Fundación Ruta Maya y la Colección Neria Herrera del Museo Juan Antonio Valdés.
También ha contado con la aportación de otros de espacios europeos de reconocido prestigio, como el Museo de Etnología de Berlín.