Marte, el cuarto planeta del sistema solar y contiguo a la Tierra, presenta con ésta más similitudes de las que se cree, al menos en los resquicios de lo que algún día fue el planeta rojo.
Hace 4.000 millones de años, 2.500 millones de años antes de que surgiera la atmósfera de La Tierra, Marte tenía oxígeno. Pero el oxígeno se agotó en el planeta rojo, un color que lo define, fruto de la rápida oxidación del planeta, donde el oxígeno quedó atrapado en el subsuelo de las capas terrestres, siendo sustitudo por las constantes erupciones volcánicas y una nueva atmósfera formada por polvo, fruto de la erosión.
La Tierra podría correr la misma suerte que Marte
La Tierra no está libre de correr la misma suerte que Marte. Un equipo de científicos afirmaron en la Reunión Nacional de Astronomía de Reino Unido, que tuvo lugar entre el día uno y cinco de julio, que la Tierra sufriría una degradación similar. En 2.000 años los únicos que conseguirán sobrevivir en las condiciones extremas de temperatura y poco oxígeno que poseerá nuestro planeta serán los microbios. Los días que hace mucho calor, todos sentimos que hay menos aire en el ambiente, incluso nos cuesta respirar. Eso no es una simple coincidencia. El calentamiento global acabará transformándo la atmósfera de la Tierra, consumiendo su oxígeno, y haciendo imposible la respiración en miles de años.
Esta relación de degradación entre la Tierra y Marte es sólo uno de los muchos parecidos que guardamos con el planeta rojo, un planeta que hace millones de años no poseía este color, ya que contaba con una superficie de agua (mientras la Tierra estaba completamente cubierta). Marte, que posee ahora una temperatura media de -63 grados centígrados fue en su día un planeta cálido y húmedo, algo que sólo se manifiesta en pequeños resquicios obtenidos durante los años de exploración en Marte.
Los rovers enviados al planeta, que se encuentra a nueve meses de viaje estelar, han descubierto los valles, islas y costas que formaron sus aguas, en una época en la que las nubes heladas que flotan actualmente en su atmósfera eran nubes azules que dejaban precipitaciones, incluso nieve.
Parece que Marte poseía unas condiciones muy similares a la Tierra actual hace miles de millones de años, cuando ella era incapaz de albergar vida. Una situación que abre paso a las hipótesis de que el origen de la vida pudo surgir en Marte, en vez de en la Tierra.
Una luz al final del túnel para Marte
Aunque guardamos más similitudes con el planeta rojo de las que pensábamos, esperamos no guardarlas en su deterioro.
Actualmente Marte es un planeta seco, formado por valles de lava gracias a sus volcanes en constante erupción, asediado por los asteroides y otros objetos procedentes del espacio, expuesto a una fuerte radiación e incapaz de albergar vida, al menos como la que podemos imaginar. Sin embargo parece que hay luz al final del tunel, ya que el Curiosity ha encontrado ambientes potencialmente habitables.
Son muchas las conjeturas que se han citado en torno a la vida en Marte, y el origen y el deterioro del planeta. Algo de lo que, por el momento, solo se conocen hipótesis. Tendremos que esperar a 2021, cuando los atronautas de la NASA del proyecto `Mars One´ lleguen a Marte para contarlo.