El científico Manuel Serrano, que se instala en el Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona tras años de trabajo en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), quiere ampliar sus experimentos celulares para luchar contra el cáncer, la diabetes o la fibrosis pulmonar.
Serrano ha presentado hoy su laboratorio a los medios, que lleva por nombre «Plasticidad celular y enfermedad», un espacio de 200 metros cuadrados ubicado en el Parque Científico de Barcelona que compartirá con su equipo, formado por una quincena de investigadores que ya trabajaban con él en el CNIO, centro que no ha hecho ninguna declaración sobre el traslado del experto en medicina regenerativa.
El director del Instituto de Investigación Biomédica (IRB en sus siglas en catalán), Joan Guinovart, ha explicado que Serrano ha podido trasladarse a Barcelona gracias a «una combinación de recursos públicos y privados»: concretamente Serrano será Profesor Investigador de ICREA, una institución de la Generalitat que promueve la investigación, y recibirá ayuda de la Fundación Bancaria «la Caixa».
Serrano ha declarado que «el objetivo principal va ser trabajar en medicina regenerativa, concretamente con las respuestas que nos protegen de los daños externos pero que a veces pueden producir enfermedades como el cáncer».
El investigador empezó su carrera experimentando sobre esta enfermedad, pero a lo largo de sus investigaciones ha ampliado su campo hacia otras patologías, aunque todas con un denominador común: «la acumulación de células dañadas».
El científico llega a Barcelona con el mismo equipo y las mismas líneas de investigación que ya llevaba a cabo en el CNIO, lo que ha implicado un traspaso de financiación de becas europeas, aunque ha confirmado que pretende ampliar aquí su investigación a la fibrosis pulmonar, la diabetes y la fibrosis cardíaca.
El equipo de Serrano está formado por una investigadora sénior, un técnico, seis investigadores postdoctorales y otros seis predoctorales de varios países europeos.
Su investigación se basa en una técnica descubierta por el investigador Shinya Yamanaka en 2006, que consiguió hacer retroceder a las células a un estado embrionario, pero solo en un laboratorio y fue Manuel Serrano quien logró reprogramar células en un organismo vivo, un ratón transgénico en 2013.
«Hay parte del grupo que están utilizando estos ratones para crear células madre en el páncreas, otros están trabajando en el hígado, otros en el corazón», ha puntualizado.
Sin embargo, admite que de momento lo están logrando de una manera «artificial», es decir, con ratones modificados genéticamente, pero asegura que otra parte del grupo de investigación «está intentando hacer eso con fármacos».
«En los últimos años se han descubierto fármacos que imitan a los factores de reprogramación de Yamanaka», aunque «no es una imitación perfecta». El científico espera que su grupo pueda «inyectarlo en un animal y ver si así podemos aumentar su reparación», ya que «hemos descubierto que si un tejido está dañado, ya está predispuesto a reprogramarse».
En paralelo al establecimiento del laboratorio, Manuel Serrano es cofundador de una empresa biotecnológica, la spin off Senolytic Therapeutics, localizada también en el IRB, que centrará su investigación en la fibrosis pulmonar e intentará llevar sus resultados a pacientes a través de un futuro ensayo clínico de un fármaco.
Los científicos han comprobado que este medicamento, en ratones, mata selectivamente las células dañadas del pulmón, con lo que se mejora la fibrosis pulmonar, ha explicado Serrano, quien ha añadido que «una mejora, incluso si es pequeña, ya es un gran éxito porque puede suponer un cambio sustancial en la calidad de vida de los pacientes».