Para una marca, pertenezca al sector que pertenezca, no hay nada como que una celebrity declare públicamente ser fan de sus productos. En el sector de la belleza, uno de los más aspiracionales, más aún: en el momento en que una famosa afirma que utiliza un producto, éste se convierte en un best seller, llegando hasta el punto de romper stocks y abrir listas de espera, como ocurre con casi cada lanzamiento de la firma británica Rodial, la favorita de Victoria Beckham o Britney Spears, entre muchas otras.
El fenómeno beauty must se multiplica por mil si, además, la celebrity crea tendencia, como es el caso de Lady Gaga o Gwyneth Paltrow, trendsetters por excelencia. El cosmético fetiche de la estrella de pop es uno de los últimos lanzamientos de Rodial, Dragon’s Blood, que utiliza (según asegura ella misma) para luchar contra los primeros signos de la edad y los signos de fatiga en la piel. Otra de sus marcas estrella es Patyka (de la que también es fan Gwyneth Paltrow), y hace unos meses publicó una foto en su blog en la que aparecía en el baño rodeada de productos de la firma.
Además de los cosméticos de Patyka, Paltrow es también una fiel seguidora de los productos de cosmética orgánica premium de la colombiana Tata Harper, y de los productos capilares de la firma de culto Rahua, a los que también son adictos Megan Fox, Johnny Deep y Jennifer Lopez, que a su vez comparte maquillaje favorito con Nicole Kidman: Tinted Mineral Moisturizez, de Face Stockholm.
Muchas veces este fenómeno tiene un desencadenante, como en el caso de Angelina Jolie con Sepai: la actriz y directora declaró haber utilizado el sérum corporal v6.1 Fórmula Booster de la firma española para recuperar la línea tras su último embarazo, y las ventas del producto en todo el mundo se dispararon (pese al precio del sérum, 410 € el frasco de 100 ml.).
Muchos de estos “productos de celebrity” son de marcas que entran dentro de la cosmética nicho, más allá de la cosmética selectiva o de lujo: altísima calidad, distribución muy exclusiva y precios generalmente altos. Hasta hace relativamente poco, en España era prácticamente imposible conseguir muchos de estos productos, que las beauty victims compraban en viajes a Londres, París o Nueva York. Ahora, y gracias a tiendas como Le Secret du Marais, JC Apotecari y a sus boutiques online, cualquiera puede conseguirlos.