Precisamente por esta razón, las dietas deben ser los más personalizadas posibles. Que un determinado tratamiento haya sido bueno para una persona, no implica que a nosotros nos vaya a ir igual de bien.
En todo esto ha pensado lo que conocemos como nutrigenética que estudia cómo nuestras variaciones genéticas individuales generan una respuesta de nuestro organismo a los diferentes nutrientes.
La dieta es el factor medioambiental con el que más nos relacionamos desde que nacemos, y esto afectará a la incidencia de diversas enfermedades.
Mediante un estudio de este tipo se puede comprobar si tenemos una genética más predispuesta a tener obesidad y si es así, se pueden poner los medios y el tratamiento adecuado para evitarlo. Gracias a la información genética podremos saber qué alimentos específicos pueden dañar o beneficiar el metabolismo y descubrir qué tipo de dieta está o no está indicada para nosotros.
Uno de los centros más especializados en este sentido es Genomic Genetics International, el primer Centro de Medicina Genómica aplicada a la medicina preventiva. Dirigido por el Dr. José Ignacio Lao, médico genetista coautor del biochip de ADN aplicado al análisis de enfermedades multifactoriales.
El estudio del ADN y la genética ha permitido a este prestigioso centro descubir grandes avances, no solo en el ámbito de la nutrición, sino también en lo relacionado con los transtornos del neurodesarrollo como el autismo, el déficit de atención y la parálisis cerebral.