«Estoy muy orgulloso y un poco triste, es normal, tengo que volver», señaló Ibaka, que regresa para disputar la competición estadounidense con Oklahoma City Thunder y que fue despedido con mucho cariño por la parroquia blanca.
Ibaka reconoce que echará de menos «a los compañeros y a los aficionados». «El Real Madrid es como mi casa también y voy a estar allí, pero voy a seguir apoyando al equipo», dijo a TVE tras superar en su partido de despedida al Valencia Basket.