El Tribunal Supremo ha dado por concluida la instrucción abierta contra el exsenador del PSOE Casimiro Curbelo por el incidente que mantuvo hace cinco años con tres policías nacionales en Madrid, al apreciar indicios de que les amenazó con «acabar con sus carreras» y golpeó a uno de ellos.
En un auto hecho público hoy, el magistrado Luciano Varela emplaza a las partes a que se pronuncien sobre si debe abrirse juicio oral contra Curbelo y, en ese caso, a que formulen sus correspondientes escritos de cargos, ya que entiende que los hechos que se le atribuyen pueden constituir un delito de resistencia grave a la autoridad en concurso con una falta de lesiones.
El incidente sobre el que gira esta instrucción tuvo lugar en la madrugada del 14 de julio de 2011 en el complejo Azca, cuando el presidente del Cabildo de La Gomera se quejó a unos policías del trato que su hijo, él y una tercera persona acababan de recibir en un establecimiento del que habían sido expulsados.
Los indicios recabados por el juzgado de Madrid que investigó el caso indican que, cuando los policías le explicaron los pasos que debía seguir para presentar una denuncia, el hijo del entonces senador insultó y empujó a un policía, por lo que los funcionarios procedieron a su detención.
Según la instrucción, Curbelo, en la actualidad diputado en el Parlamento de Canarias por la Agrupación Socialista Gomera (partido ajeno al PSOE), replicó entonces de esta manera a los agentes: «Soy senador y vosotros, más que policías, sois unos terroristas, unos borrachos. No sabéis con quién estáis tratando. Soy del Senado, voy a ir uno por uno a por vosotros, voy acabar con vuestras carreras. Os voy a denunciar por detención ilegal».
Este procedimiento ha tenido una compleja instrucción, ya que inicialmente las competencias correspondían al Supremo, luego la causa pasó al Juzgado número 27 cuando Curbelo dejó de ser senador (2011) y ahora regresa al Alto Tribunal porque el inculpado es parlamentario autonómico (lo que habilita de nuevo al Supremo a ocuparse del caso, al haber ocurrido fuera de las jurisdicción territorial del Tribunal Superior de Justicia de Canarias).
Y, entre medias, cuando las diligencias todavía estaban en manos de la competencia de los juzgados ordinarios, la Audiencia de Madrid anuló el auto de 2013 que daba por terminada la instrucción y preparaba el caso para el correspondiente juicio oral.
El magistrado del Supremo Luciano Varela acepta ahora la exposición razonada que le dirige el juzgado de Madrid que se ocupó del caso para exponerle los indicios que ha recabado sobre Curbelo y someterlos a su criterio, dado que este ha vuelto a ser aforado.
Varela observa en la instrucción motivos para entender que el parlamentario canario pudo cometer no solo un delito de resistencia grave, en forma de presuntos insultos y amenazas a los policías, sino también una falta de lesiones contra un agente.
El Supremo considera que la investigaciones realizadas sobre este asunto son «exhaustivas», por lo que cree «evidente» que ya no queda «ninguna diligencia por practicar» y tampoco es necesario volver a escuchar al exsenador, que «ya ha sido oído reiteradamente».
Luciano Varela recuerda que, incluso, el Ministerio Fiscal llegó en su momento a presentar su escrito de cargos contra Casimiro Curbelo, antes de que interviniera la Audiencia de Madrid.
El magistrado del Supremo apunta, además, que coincide con la Fiscalía en que los hechos pueden ser calificados como delito de resistencia grave en concurso con falta de lesiones, por lo que pide al resto de partes que se pronuncien al respecto e informen sobre si consideran que el caso de ir a juicio o ha de sobreseerse.
Durante toda la instrucción del caso, Casimiro Curbelo siempre ha negado haber cometido los hechos que los policías sostienen que protagonizó (supuestos insultos, amenazadas y malos tratos).
La polémica abierta por este asunto le costó a Curbelo su puesto de senador, ya que el PSOE renunció a seguir presentándolo como candidato a la Cámara Alta por la isla de La Gomera, a pesar de las amplias victorias que había conseguido hasta entonces.
De hecho, la entonces secretaria de Política Internacional del PSOE y coordinadora de la campaña socialista en las elecciones generales de 2011, Elena Valenciano, le emplazó a dimitir por su comportamiento «lamentable». «Nos avergüenza», dijo Valenciano.
Ya con Pedro Sánchez al frente del partido, la Ejecutiva del PSOE decidió no volver a presentarlo a las elecciones de 2015 al Cabildo de La Gomera, a lo que Casimiro Curbelo respondió fundando su propio partido, con el que repitió cargo con el 50,19 por ciento de los votos y, además, logró tres de los cuatro escaños que corresponden a su isla en el Parlamento de Canarias.