El 3 de diciembre de 1992 un ingeniero británico llamado Neil Papwell, envió un mensaje con el texto «Feliz Navidad» desde un PC a un dispositivo móvil, usando para ello la red de Vodafone en Reino Unido. Así nació el SMS (Short Message Service).
Sin embargo, para llegar al origen de la idea hay que remontarse al finlandés Matti Makkonen, quien durante una conferencia de telecomunicaciones en 1984, propuso la idea de un servicio de mensajería a través de teléfono móvil.
Como la telefonía móvil en sí era nueva, muy pocos vieron la necesidad de poner en marcha la mensajería rapidamente. Finalmente, a medida que el número de suscriptores creció, el SMS se estableció como una alternativa popular a la llamada de voz, sobre todo entre los adolescentes y jóvenes.
El límite de 160 caracteres por mensaje también dio lugar a la invención de una nueva forma de lenguaje, y el uso de caracteres especiales permitió el uso de los emoticonos, las caras sonrientes que se insertan en los mensajes. Hoy día hay muchos que pronostican la muerte del SMS a manos de las aplicaciones de mensajería a través de Internet como WhatsApp, Line, o Joyn.