Domingo 17: Comienza el juicio. Se elige a los miembros del jurado popular.
Lunes 18: Declara el acusado, José Bretón. Dice que «daría la vida entera» por sus hijos y que los quiere «con locura», al tiempo que niega que los matara o que les suministrara pastillas. Sostiene que sus hijos no le temían: ‘Un niño que teme a su padre no va corriendo a sus brazos’, dice. La acusación sostiene que la intención de José Bretón era asesinar también a su esposa.
Martes 19: Declara Ruth Ortiz, madre de los pequeños. Presta declaración separada por un biombo para no ver a José Bretón. Dice que no era cariñoso con ella ni sus hijos y le señala como a un «controlador obsesivo con los niños”. También declaran familiares de Ruth Ortiz. Especialmente desgarragor ha sido el testimonio de la abuela de los pequeños, Obdulia Ramos, quien ha asegurado que el día de la desaparición de los niños, mientras se despedía de ellos, José Bretón le dijo «Es la última vez que los ves».
Miércoles 20: Los amigos de Bretón que declaran dicen que dudan de que Bretón perdiera a los niños por el continuo control que tenía sobre ellos.
Los trabajadores de una gasolinera confirman que Bretón compró 250 litros de gasóleo en vísperas de la desaparición
Jueves 21: Los familiares directos de Bretón se acogen a su derecho de no declarar. Su familia política sí que ha declarado. Los dos hermanos de Ruth prestan declaración durante más de tres horas.
José Ortega (cuñado del acusado) dice que Bretón “ensayó” con sus sobrinos dejándoles un rato solos para ver cómo actuaban dos niños pequeños en esa situación.
Un testigo asegura que vio a Bretón en las Quemadillas la mañana de la desaparición de Ruth y José.