Rosario Porto lleva en prisión un año y ocho meses. Su vida de clase alta dio un vuelco cuando entró en el centro penitenciario. Tuvo que dejar sus lujos y sumarse a la rutina de cárcel y hacer las labores que se le pedían. Tras el shock inicial, parece que Rosario ya hace vida una como una reclusa más.
Le programa de Antena 3 ‘Espejo Público’ ha hablado con una presa que fue compañera de Rosario, quien ha señalado que dentro de la cárcel la conocen como Charito y que dedica la mayor parte de su tiempo en ayudar a otras presas en temas legales.
“No estaba acostumbrada a las labores domésticas pero ahora ya trabaja en todo. Lo que peor lleva son las horas de descanso, come y duerme fatal. En la cárcel viste ropa de firma como siempre ha hecho como fue en los registros como un bolso de Prada”, ha destacado la presa.
«Anímicamente está hecha polvo», ha señalado esta presa. Quiere que se celebre el juicio cuanto antes, se demuestre que es inocente y que confía en salir pronto. Según este testimonio, Rosario experimentó un gran cambio desde sus primeros días, pasó de estar derrotada a ir integrándose con el resto de las reclusas.
“Rosario hablaba mucho de su hija, estaba encantada con ella. Siempre decía que era muy guapa, muy estudiosa. No se la saca de la cabeza, tiene pesadillas con ella. Cuando se ve reflejada en la prensa en la tele hubo momentos en los que se enfadaba bastante porque decían cosas de ella que según ella no se acercaban a la realidad”, ha destacado.