Belén fue la cuarta víctima de la mortal avalancha que tuvo lugar el 1 de noviembre de 2012 en el Madrid Arena tras dos días luchando por su vida arropada por los rezos de los suyos y miles de personas de todo el mundo.
Ingresó en el Hospital 12 de Octubre en estado muy crítico. Permaneció dos días luchando por su vida. Superó la primera noche, algo que hacía que sus amigos, compañeros de colegio, conocidos y muchos usuarios de las redes sociales rezaran por ella. Un día antes, sus compañeros se volvieron a juntar en colegio de Fomento Aldeafuente para mandarle todas sus fuerzas.
Esta joven, de 17 años, era la sexta de siete hermanos y fue identificada por uno de sus hermanos ya que su madre estaba en Brasil visitando a su marido que trabajaba allí. La menor no llevaba DNI.
Desde que desapareció sus amigas no pararon de buscarla. Fue una la que llamó al Doce de Octubre para preguntar si la chica que estaba ingresada era ella. Dio su nombre, pero no sirvió. Dijo cómo eran los guantes del disfraz que llevaban y ahí le confirmaron que era Belén. Los guantes eran negros con unas uñas doradas.
Belén acudió a esta fiesta con un grupo de amigas. En el momento de la avalancha las menores se perdieron y usaron el WhatsApp para encontrarse. Una vez unidas todas se percataron de que faltaba Belén. La joven era la más menuda de sus amigas, un hecho que pudo dificultar su salida del tapón que se montó.
Las amigas iban a dormir juntas por lo que los hermanos de la menor no supieron lo que pasaba hasta que no recibieron la llamada de una de las amigas.
Los padres de Belén llegaron un día para estar junto a ella. Su padre trabajaba en Brasil y su madre había ido a visitarle. Nada más llegar al hospital se ofició una Misa en la que se pedía por su recuperación. La Misa fue muy emotiva, los padres se sentaron en el primer banco junto a su hija pequeña.
La madre entró muy emocionada al hospital y durante la Misa no pudo contener las lágrimas en un acto al que acudieron unas 200 personas. Las mismas que oraron por la joven en la misa que se celebró en su colegio. Los que la conocieron hablaban de ella como «una persona super alegre, encantadora, muy buena amiga y buena compañera».
El capellán del colegio, Jaime Sanz, escribió unas palabras en el blog de la capellanía el mismo día que fue ingresada: “Como ya sabréis tenemos a Belén muy malita en el hospital Doce de Octubre de Madrid. Belén, tiene 17 años, es una niña encantadora y muy buena, y es una de las dos niñas que están muy graves por la avalancha en el concierto del Madrid Arena de antes de ayer. Estamos rezando todos mucho, pero te pediría, lector del blog, que te sumes a las oraciones de todo el colegio para sacarlas adelante entre todos, y encomendarla al Señor para que nos la cure. Ayer tuvimos, en las horas más críticas, una Misa multitudinaria en Aldeafuente pidiendo al Señor por su curación. Rezamos por las dos chicas que están muy graves. ¡Muchas gracias a todos!”.
Belén fue la cuarta víctima mortal del Madrid Arena
El fallecimiento de la menor, que se produjo a primera hora de la mañana, elevó a cuatro el número de víctimas mortales en esta tragedia. Las otras tres chicas de 18 años que también murieron aplastadas en la avalancha humana que se produjo en uno de los pasillos del pabellón fueron Katia Esteban Casielles, nacida el 4 de octubre de 1994 en Madrid; Rocío Oña Pineda, nacida el 14 de julio de 1994 en Madrid, y Cristina Arce de la Fuente, nacida el 13 de marzo de 1994, todas ellas fallecidas el día de la tragedia.
Aquella mañana un nutrido grupo de periodistas se encontraba en la puerta de urgencias del Hospital Doce de Octubre, donde coincidieron con varios amigos de la menor, que habían acudido al centro para conocer su estado.
Al comunicarles los periodistas el fallecimiento, algunos no daban crédito de la noticia y esperaban a que algún familiar se lo confirmara, mientras que otros rompían a llorar y se abrazaban entre ellos.
Aquel día 3 de noviembre, María Teresa Alonso, de 20 años, aún se encontraba en la UVI de la Fundación Jiménez Díaz. Por aquel entonces, estaba estable dentro de la gravedad, y seguía en estado muy crítico. Estado del que no llegaría a recuperarse y 26 después acabaría falleciendo.
Un gran número de jóvenes se colaron en la fiesta
Las investigaciones policiales apuntaban a que un importante número de jóvenes se coló en la fiesta de Halloween de ese pabellón, grupo que confluyó en un pasillo con otros asistentes que salían o se dirigían a las gradas, lo que provocó la avalancha.
Una situación que se agravó cuando una persona, a la que la Policía trataba de identificar, prendió una bengala, lo que aumentó el pánico de los jóvenes que coincidieron en esa zona.
Éste iba a ser el último evento de estas características que se celebrara en un edificio municipal, al menos mientras Ana Botella siguiera siendo alcaldesa de la capital, tal y como ella misma anunció en rueda de prensa un día antes del fallecimiento de Belén.