Cada vez más se acerca la temporada de calor y sol y todos estamos deseando que nuestra piel coja colorcito para lucir piernas y brazos. Pero, ¿quién no ha pasado un día de playa y ha llegado a casa como una gamba?
Hay que tener mucho cuidado a la hora de tomar el sol ya que quemarse no solo se convierte en un problema estético sino que a larga puede llegar a ser un problema de salud.
Cada vez existe una mayor conciencia en la población de los riesgos que entraña tomar el sol de manera excesiva por el aumento del riesgo de cánceres de piel.
Pero no todos somos iguales frente al sol. Todo depende de nuestro fototipo. Este viene definido por el color de la piel, del cabello, la tendencia a las quemaduras solares y la aptitud al bronceado.
Una vez conocemos nuestro fototipo y las condiciones de exposición solar (piscina, playa mediterránea o tropical, alta mar, alta montaña, nieve…) ya podemos elegir la fotoprotección mejor adaptada a nuestra ’sensibilidad’ natural al sol.
Te damos unos pequeños consejos básicos para que tengas en cuenta antes de lanzarte a por el primer bronceado del año:
1. Aplica la crema antes de tomar el sol. Lo aconsejable es que apliques la protección solar unos 35 minutos de la exposición. Además, aunque depende del factor de protección que uses, debes aplicarte de nuevo la crema cada dos horas o si pasas mucho tiempo en el agua. Es aconsejable evitar los rayos solares entre las 12 y las 16 horas, cuando son más potentes y directos.
2. Nublado también te puedes quemar. Hay circunstancias que influyen sobre la radiación solar que nos llega. Así, un cielo nublado deja pasar los rayos UVA y UVB del sol. Únicamente bloquea los rayos IR, por eso no sentimos sensación de calor pero podemos llegar a quemarnos. Además la Luz visible y los rayos ultravioletas pueden alcanzar la piel humana también indirectamente, al reflejarse sobre la superficie que la rodea.
3. Escoge bien tu protector. Para escoger el fotoprotector más indicado a su piel hay que tener en cuenta principalmente 2 factores, según Laboratorios Dermatológicos Avéne: el tipo de piel y las condiciones de exposición solar. En el caso de Pieles intolerantes, como son las pieles alérgicas, atópicas o piel de bebés es aconsejable la utilización de protectores solares sin filtros químicos y sin perfume, con un índice de protección SPF 50+.
4. Mucho cuidado con los más pequeños y las pieles muy claras. Los niños deberían protegerse siempre y en cualquier tipo de exposición solar con un índice SPF 50+. Para las pieles extremadamente sensibles al sol (fototipos 1 y 2: pelirrojos, rubios y con la piel clara o muy clara) se aconseja la utilización del índice SPF 50+ en cualquier tipo de exposición solar.
Para el resto de pieles el índice de protección irá en función de las condiciones de exposición solar.
5. Especial cuidado en estos casos. Existen otras circunstancias en las que se recomienda siempre la utilización de un índice 50+ como la toma de medicamentos fotosensibilizantes, manchas en la piel, durante el embarazo, personas con vitíligo o con lupus eritematoso, trasplantados o que hayan padecido un cáncer cutáneo, tras actos dermatológicos o quirúrgicos o bien para prevenir el envejecimiento cutáneo.