En el top diez de las causas de muerte más frecuentes en 2012 que publica este viernes el INE hay dos relacionadas con los pulmones: el cáncer de pulmón, que aumentó un 2%, y las enfermedades crónicas de las vías respiratorias inferiores (bronquitis, enfisema…).
¿Qué provoca estas enfermedades? «Las dos están relacionadas con el tabaco. Son su causa en un 90%», apunta José Miguel Rodrigo González Mero, neumólogo y director de relaciones institucionales de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), que explica que esta causa de muerte es tan frecuente porque «estamos todavía pagando el tremendo impacto del tabaquismo en España de hace 20 años o 30 años».
De hecho, el cáncer de pulmón es la primera causa de muerte del mundo entre las enfermedades oncológicas: la primera para los hombres y la segunda en el caso femenino, peleando por ser la primera con el cáncer de mama, según la Organización Mundial de la Salud.
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica
Cuando el INE habla de enfermedades crónicas de las vías respiratorias inferiores, se refiere sobre todo a la enfermedad pulmonar obstructiva crónica o EPOC. Sus síntomas más conocidos son la tos, la expectoración, las infecciones de repetición y la fatiga o falta de aire.
Según el especialista, la mortalidad de la EPOC aumenta sobre todo en los meses de invierno, ya que la gripe o cualquier infección respiratoria descompensa al enfermo y le lleva a ingresar en el hospital. En otras palabras, si se suma la EPOC a la gripe, el resultado puede ser mortal.
La diferencia principal entre la persona que muere de cáncer de pulmón y el que fallece por EPOC hace referencia al momento. La primera tiene una mortalidad muy alta a largo plazo, mientras que la segunda tiene una supervivencia más prolongada pero con una alteración en su calidad de vida.
¿Se reducirá el cáncer de pulmón?
Combatir el cáncer de pulmón es una de las batallas pendientes de la sanidad española. En este sentido, fue clave la introducción el 2 de enero de 2011 de la ley antitabaco. «Fue muy importante para combatir sobre todo el tabaquismo pasivo», explica Dolores Isla, secretaria científica de la Sociedad Española de Oncología Médiac (SEOM).
Pero aún queda mucho por hacer. Esta especialista cree que se puede avanzar más para proteger a los fumadores pasivos. «Todavía en espacios abiertos donde las personas están muy cerca, como en plazas de toros o campos de fútbol, el fumador pasivo sigue siéndolo».
Subir el precio de las cajetillas ha sido otra medida de control para plantar cara al tabaquismo. «Es muy eficaz para actuar en relación con la incorporación de los adolescentes al mundo del tabaco», explica la oncólogo médico. Los jóvenes se lo piensan dos veces antes de gastarse casi 5 euros en una cajetilla.
Pero los resultados de estas medidas no son inmediatos: «Los veremos cuando pasen 15 o 20 años, porque el tabaco es cancerígeno (genera cáncer) y tiene ese periodo de latencia» (tiempo que transcurre entre que se contrae una enfermedad y la aparición de los primeros síntomas).