El informe estadístico que todos los años elabora la Organización Mundial de la Salud (OMS) y difundido en las últimas horas reveló que cada año mueren en el mundo 2,8 millones de personas debido al sobrepeso o la obesidad. En España esta situación está muy presente en los niños, pues uno de cada cuatro es obeso.
La prevalencia mundial de la obesidad casi se duplicó entre 1980 y 2008, año en el que el 10% de los hombres y el 14% de las mujeres del mundo eran obesos, frente al 5% de los hombres y el 8% de las mujeres en 1980. Se calcula, pues, que en 2008 la obesidad afectaba a quinientos millones de hombres y mujeres mayores de 20 años, y en todas las regiones de la OMS era más frecuente en las mujeres que en los hombres.
El sobrepeso y la obesidad pueden provocar daños sobre la tensión arterial y las concentraciones de colesterol y triglicéridos. También pueden causar diabetes. Por consiguiente, estos dos factores aumentan el riesgo de padecer coronariopatías, accidentes cerebrovasculares isquémicos, diabetes mellitus de tipo 2 o diversos tipos de cáncer frecuentes. Con estas cifras,la propuesta de subir los impuestos a comida basura resulta lógica.
Las mayores cifras de prevalencia del sobrepeso y la obesidad se registraron en América (sobrepeso: 62% en ambos sexos; obesidad: 26%) y las más bajas, en Asia Sudoriental (sobrepeso: 14% en ambos sexos; obesidad: 3%). En la Región de Europa, la del Mediterráneo Oriental y la de las Américas,
más del 50% de las mujeres tenían sobrepeso. Y en las tres regiones, aproximadamente la mitad de estas mujeres eran obesas (un 23%, un 24% y un 29%, respectivamente).