Procesión de la Cofradía Penitencial de la Santa Vera-Cruz.
Nace en el seno de la Orden Franciscana. Es sin genero de dudas, la más antigua de las cofradías vallisoletanas. El 14 de mayo de 1498 solicitan al corregidor y Regidores: «facer el humilladero en la Puerta del Campo, donde esta puesta la Cruz». El sitio es la actual plaza de Zorrilla. Dicha ermita fue hasta su desaparición a comienzos del siglo XIX destino de frecuentes rogativas y procesiones, en las que el pueblo acompañaba al Señor Crucificado, imagen del siglo XVI, que con el nombre del Santísimo Cristo del Humilladero, se conserva y venera la Cofradía en su templo, dándole culto al inicio de la Cuaresma.
A finales del siglo XVI, acuerdan los hermanos, pedir al Ayuntamiento, unos terrenos existentes al testero de la costanilla al final de las Platerías, edificando la Iglesia, hospital y demás dependencias. El templo comienza a construirse en 1589 con trazas de Pedro Mazuecos el Viejo y es ampliado en la segunda mitad del siglo XVII, según el plan de Juan Tejedor, por acuerdo que tomó el cabildo el 3 de agosto de 1665. Esto permitió a los hermanos de La Vera-Cruz, abandonar el Convento de San Francisco, que les cobijó desde sus orígenes, sin perder por ello las fraternales relaciones que les unían con la Orden que amparó su nacimiento. La fachada es obra de Diego de Praves y fue finalizada en 1595.
La ampliación la realizan los maestros canteros Francisco de la Torre y Lucas López siguiendo los diseños de Juan Tejedor. La obra fue terminada el 11 de septiembre de 1681 y en ella se remodeló toda la Iglesia, salvo el frontispicio.
Antiguamente destacaba la Procesión del Jueves de la Cena, que partía del Convento de San Francisco, como ya hemos citado, al hablar de la semana Santa h.1.750.
La más importante reliquia que guarda la Vera-Cruz, es un pedazo del Santo madero, que ya sacaban en procesión en los albores del siglo XVII, para lo cual hicieron unas andas de plata el 23 de marzo de 1661, que encargaron al artífice Pedro Costes de la Cruz y que salieron por primera vez en procesión el 3 de mayo de aquel año. Estas andas desaparecieron durante la dominación francesa, salvándose la cruz relicario.
El suceso más importante y dramático vivido por la Cofradía fue la pérdida del archivo en el incendio que afectó al templo Penitencial, acaecido el 24 de abril de 1806. Durante las obras de restauración de la Iglesia, las imágenes procesionales, que no sufrieron daño alguno, encontraron asilo en la Iglesia Conventual de San Francisco.
Participan también en la Procesión General de la Sagrada Pasión del Redentor el Viernes Santo.
Hábito
El hábito de sus cofrades, se compone de túnica negra y bocamangas de encaje, capa de paño verde, capirote y zapatos negros, guantes blancos (negros el Viernes y Sábado Santo) y muceta de terciopelo negro en las procesiones en las que se sale descubierto.
Pasos
La Oración del Huerto (Andrés Solanes, h. 1629). Es propiedad y lo guarda la Cofradía de la Vera Cruz en su iglesia homónima, pero procesiona como paso titular la cofradía de la Oración del Huerto. Consta que la Vera Cruz pagó 150 reales a cuenta al autor en 1632. De este paso fueron retirados dos sayones en 1769, y según varios estudios también se le retiró una figura de Judas actualmente en el Museo Nacional de Escultura. El paso fue policromado por Jacinto Rodríguez, Francisco García, López de Vallejo, Pedro de Carrillo y Gregorio Grijelmo. Tuvo dos pasos antecedentes en las cofradías de la Pasión y la Vera Cruz.
El Señor Atado a la Columna (Gregorio Fernández, h. 1619-1623). Consta un compromiso de 1623 de dicha cofradía con el autor para un paso de El Azotamiento con siete figuras en total, de las que se conserva este Cristo, que es una de las esculturas señeras del gran escultor. Su policromía está oscurecida debido al incendio del templo en 1806. La leyenda dice que la imagen terminada le preguntó al autor: «¿Dónde me miraste que tan bien me retrataste?», y le respondió: «Señor, en mi corazón». Se cree que la imagen de las Carmelitas Descalzas de Ávila es copia de ésta.
Ecce Homo (Gregorio Fernández, h. 1620).Aunque también procesiona con la hermandad del Santo Cristo de los Artilleros (, motivo por el que es llamado Cristo de la Caña o de los Artilleros, al ser de este cuerpo militar quienes lo procesionan), es propiedad de la Vera Cruz. Formó parte del paso La Coronación de Espinas de la cofradía de La Vera Cruz junto a otras tres figuras actualmente integradas en el paso Padre, perdónales porque no saben lo que hacen. La corona es de espino natural, pues Gregorio Fernández nunca las labró sobre el cabello de Jesús: las trenzaba y colocaba para dar por terminada su obra. Este Cristo sustituyó al del Gallo o de la Humildad que estuvo en la iglesia de San Antón y hoy se encuentra en el Santuario Nacional.
Santo Cristo del Humilladero (anónimo, s. XVI). Recibe el nombre del Humilladero que la cofradía tenía en el Campo Grande. Se trata de una magnífica talla muy movida y llena de expresión; los paños flotantes de su «parazonium» le dan un aire barroco, a pesar de lo cual puede fecharse en el s. XVI. Sus caracteres estilísticos hacen pensar en la gubia de un seguidor de Berruguete, sin que falte algún autor que lo crea adscribible al círculo de Juan de Valmaseda.
El Descendimiento (Gregorio Fernández, 1623; Virgen, de Pedro Sedano, 1757). Es propiedad y lo conserva la Cofradía de la Vera Cruz en su iglesia homónima, pero procesiona como paso titular de esta cofradía. Parece inspirado en pinturas de Pedro de Campaña y lo forman siete figuras. Cristo, descendido de la Cruz por Nicodemo y José de Arimatea, un sayón que desclava a Cristo al pie de la Cruz, la Virgen, San Juan y María Magdalena. Fue entregado en 1624 y desfiló desde 1625, pero la cofradía no cumplió con los pagos y la viuda del escultor María Pérez pleitó con ella en 1661 reclamándoles unos 100 ducados. El paso mantiene la misma postura y orden originales excepto por la Virgen, que es la hoy conocida Virgen de la Vera Cruz y que por la devoción que suscitó desfila sola desde 1745, y fue sustituida aquí por la actual. Al paso se le llama «El Reventón» porque en 1741, según relata Ventura Pérez, al entrar en su iglesia, se inclinó de forma que un costalero se vio aprisionado por la mole contra la pilastra de la puerta. Pesa 3500 kg y desfila sobre una plataforma costeada en 1891 por el entonces arzobispo D. Mariano Miguel.
Nuestra Señora de la Vera Cruz (Gregorio Fernández, 1623), o Dolorosa de la Vera Cruz. Formaba parte del paso El Descendimiento y desde 1745 aparece en un paso independiente, acompañada hasta 1950 por el Cristo de la Agonía y desde entonces por una Cruz Desnuda rematada en plata. Según la leyenda el autor se basó en el rostro de una hija suya moribunda, aunque quizás lo hizo en Nuestra Señora de las Angustias. Autores como Dieulafoi o García Chico la consideran la obra maestra de Gregorio Fernández. Según Bosarte: «el rostro es de tal belleza que si los ángeles del cielo no bajan a hacerla más bella de manos de hombre no hay más que esperar». Tiene dos copias, en la Parroquia de San Lorenzo y en las Carmelitas Descalzas de Medina de Rioseco, hoy trasladadas al Paseo de Filipinos de Valladolid. Se le dedica una novena y un besapié al final de la Cuaresma y en el Sábado Santo se le ofrecen los dolores de la ciudad.
Lignum Crucis (anónimo, h. 1500-1550). Reliquia de la Cruz de Cristo procedente de Liébana que, según la tradición, es el primer y principal objeto de veneración de los cofrades, hasta el extremo de dar nombre a la Cofradía. La reliquia se aloja en un ostensorio, pieza importante de la orfebrería vallisoletana del s. XVII, hecho de plata, bronce dorado y piedras preciosas. Presenta forma de cruz con un basamento octogonal, en cuyo interior se reproduce la escena de Adán y Eva junto al árbol del Paraíso.
Recorrido: Platerías, Plaza del Ochavo, Lonja, Quiñones, Ferrari, Plaza Mayor (por delante del Ayuntamiento), Acera de San Francisco, donde se realizará un Acto Penitencial, siguiendo por: Ferrari, Plaza de Fuente Dorada, Cánovas del Castillo, Cascajares, Arribas, López Gómez, Plaza de la Universidad, Arzobispo Gandásegui, Echegaray, Angustias, Plaza de la Libertad, Bajada de la Libertad, Plaza de la Fuente Dorada, Vicente Moliner, Plaza del Ochavo y Platerías hasta la Iglesia Penitencial de la Santa Vera-Cruz ante cuyo pórtico se entonará «Victoria, Tú reinarás» en honor al Lignum Crucis y la Salve popular a Ntra. Sra. de los Dolores, dándose así por finalizada la procesión.