Así, al finalizar la audiencia general, ha invitado a los católicos del mundo a unirse a los otros cristianos para seguir implorando a Dios el don de la paz en los lugares más atormentados del planeta.
Además, ha pedido que la paz «pueda habitar siempre en los corazones y sostener los propósitos y las acciones de los responsables de las naciones y de todos los hombres de buena voluntad» y ha invitado a todos a comprometerse a «animar los esfuerzos para una solución diplomática y política de los brotes de guerra que aún preocupan».
Cada 21 de septiembre se celebra esta Jornada Internacional de la Paz promovida por las Naciones Unidas y el Consejo Ecuménico de las Iglesias llama a sus miembros para rezar por la paz.