«La crisis de fe ha conllevado la crisis del matrimonio y de la familia e interrumpido su trasmisión a los hijos», ha indicado Fratini durante la apertura de la CV Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española que reúne esta semana en Madrid a todos los obispos del país.
Además, ha recordado que el propósito de la Iglesia es «estar junto a las familias en situaciones extremas, estudiar aquellas estrategias que ayudan a prevenir estas situaciones y sostener y reforzar el vínculo matrimonial abierto a la vida».
Según ha apuntado, «la familia necesita de misericordia cuando es herida y frágil». No obstante, ha afirmado que también existe un «deseo de familia» que «propicia la acogida del Evangelio».
Por otro lado, se ha referido al servicio de la Iglesia a los pobres y ha alentado a los obispos «en el esclarecimiento de los motivos para el compromiso y para la esperanza».
En esta línea, Fratini ha citado al Papa Francisco cuando recordaba que «la pobreza, para los cristianos, no es una categoría sociológica o filosófica y cultural» sino «una categoría teologal, tal vez la primera categoría».
Además, el nuncio ha señalado que «el camino hacia un justo bienestar no ignora que el verdadero desarrollo engloba los aspectos económico, social, cultural y espiritual» pero ha criticado la «mentalidad individualista, competitiva y hedonista» y ha propuesto a los creyentes enfrentarse a ella con «solidaridad y misericordia».
«La fe en Cristo, que también enseña que Él ha querido identificarse con el pobre necesitado, lleva a los cristianos al compromiso en la solidaridad con los pobres», ha añadido.
De cara a ese compromiso, según ha asegurado, podría considerarse «cómo se debería funcionar, desde los principios morales, para que la economía de mercado afronte una mejora de la situación».