«En primer lugar me gustaría aclarar que en China no hay reformistas liberales enfrentados a comunistas conservadores. En China todo está bajo el férreo control del Partido Comunista, que regula y controla todas las funciones del Estado. Las diferencias políticas existen sobre los medios, pero no en cuanto al fin, que es, y cito textualmente, «La edificación de una sociedad modestamente acomodada«, siempre bajo la dirección y el control del P.C.
También hay que entender estamos hablando de un comunismo con caracteres chinos, que en la práctica ha permitido una gran liberalización económica y social. Pero el Gobierno, tanto en el plano político como en el administrativo, pertenece al P.C. y, en última instancia, todo queda supeditado a los intereses del Partido.
Por ejemplo, muchas de las empresas que se han implantado en China son de capital mixto, pero si se produce alguna colisión entre los intereses del consejo de administración de una empresa y los del P.C., no hay duda de que se impondrá el Partido.
Desde la óptica china, la función del Partido es contrarrestar las influencias negativas de la Globalización. En la práctica, esto consiste en aplicar restricciones ideológicas y sociales con el objetivo de prevenir cualquier amenaza al poder del Partido.
Ahora bien, el actual sistema comunista chino, desde los parámetros de Mao Zedong, muy posiblemente sería acusado de contra-revolucionario. El marxismo, en el PC Chino actual, tienen un carácter declaratorio y expositorio.
Los dirigentes actuales nos realistas, no prometen utopías -algo típico de los comunistas-. Basta ver el eslogan que los dirigentes chinos lanzaron a su población en marzo de 2011: «Hacia una sociedad armoniosa, próspera y democrática».
Por tanto, si aplicásemos el baremo de Stalin y Mao, sería una comunismo de fachada. El PC chino de hoy tiene un componente nacionalista muy fuerte, tanto en el plano político como cultural; están recuperando el legado de Confucio, que con la Revolución Cultural de Mao llegó a estar muy perseguido.
Creo que también hay que tener en cuenta que China, desde el punto de vista social, territorial y lingüístico, es un país muy complejo. No es posible interpretarlo con los parámetros occidentales. Los mismos chinos saben que su sociedad es compleja y que, por ello, necesitan de un poder político fuerte. Incluso algún dirigente chino del PC ha afirmado que el pueblo tiene que sentir temor y respeto hacia el Partido, que es el que detenta el poder político, porque de lo contrario China marcharía hacia el caos.
Cuando se produjo la caída de la URSS, todo el mundo esperó que en China sucediese lo mismo. Los chinos quisieron evitarlo a toda costa. Se puede decir que lo han conseguido. De hecho, el PC chino tiene asegurada una gran estabilidad en su proceso de sucesión.
Recordemos que tras la muerte de Mao, que pertenecía a la llamada 1ª Generación, vino Deng Xiaoping, de la 2ª Generación y el hombre clave de la China moderna. Tras el llegó Jiang Zemin, de la 3ª Generación, y luego ha llegado Hu Jintao, de la 4ª Generación. Ahora se espera que tras el 18º Congreso del PC llegue Xi Jinping, que pertenece a la 5ª Generación. Como se ve, es un proceso muy ordenado, en el que por norma general el presidente del país ocupa el cargo durante dos periodos de cinco años. Creo importante señalar que los políticos chinos integrantes de la llamada 5ª generación están tan alejados de la democracia liberal como pueden estarlo los miembros de una tribu de maoríes.
Todo este proceso, cuando se contempla desde los parámetros occidentales, resulta horrible. En cambio, la mayoría de los chinos consideran que el multipartidismo es una utopía para su país. Aunque a largo plazo nunca se sabe.
En todo caso, China, como ya he dicho, es una sociedad muy compleja -basta ver las enormes diferencias sociales que hay entre la zona de la costa y la del interior-, sujeta a fuertes turbulencias que pueden derivar en consecuencias imprevisibles. Por ello, necesitan un poder fuerte y sólido tanto a nivel exterior como interior. Un PC nacionalista `a la china´ muy posiblemente será el encargado de cumplir con esta función para las próximas generaciones«.
– Ángel Maestro es politólogo y escritor.