La semana pasada el Partido Popular lanzaba otra de sus propuestas para la regeneración democrática: reducir las campañas electorales de 15 a 10 días. La intención es abaratar los costes preelectorales, que recaen sobre las arcas públicas, en un momento en el que los ciudadanos miran con lupa en qué se gasta el Estado hasta el último céntimo del erario español.
La campaña electoral para elegir la configuración del Parlamento Europeo pilló a los ciudadanos españoles con las ideas muy claras. Apenas consiguió movilizar a dos de cada diez ciudadanos que dudaban entre ejercer su derecho a voto o no. Mientras que el 60,9% de los que finalmente votaron decidieron su elección política antes de iniciarse la campaña. El 8,8 lo decidió en los primeros días de campaña y el 17,1% en los últimos días de contienda.
El 12,3% de los ciudadanos que acudieron a votar no despejaron sus dudas entre un parito u otro hasta el mismo día de los comicios.
Si las campañas tienen poco efecto para decantar a los ciudadanos por un partido u otro, lo tienen aún menos a la hora de movilizar a la población para acudir a las urnas. El 79,2% de los españoles que optaron por no acudir a votar el 25 de mayo, tomaron su decisión antes de los 15 días de batalla entre los candidatos.
Propaganda, debates, encuestas, mítines, presencia en redes sociales o incluso el propio programa electoral… nada de ésto parece servir para que los ciudadanos se decidan a votar entre una formación u otra, o incluso para acudir a las urnas.
El 54% no vio ningún debate electoral
La encuesta denota por otra parte que fue a través de la televisión como más se informaron los electores sobre estos comicios, aunque tampoco lo hicieron en demasía.
Así, siguieron todos o casi todos los días las informaciones y el devenir de la campaña por televisión el 42,1 por ciento de los encuestados, aunque un 27,4 por ciento no lo hizo «nunca o casi nunca».
Mientras, el 59,9 por ciento admite que «nunca o casi nunca» siguió la información política y electoral a través de periódicos de papel o internet, frente a un 17,6 por ciento que sí lo hizo todos los días. Sin embargo el 56% decidió pulsar el botón de un canal diferente al que emitió los debates televisados entre los candidatos.
Televisión Española (TVE) es la cadena que en mayor medida prefieren los encuestados para informarse (un 27,9 por ciento), seguida de Antena 3 (18 por ciento), La Sexta (17,2) y Telecinco (12,3).
Sólo un 13,3 por ciento se informó todos o casi todos los días a través de la radio, frente a un 72 por ciento que admite no haberlo hecho nunca o casi nunca. La radio preferida es la Cadena Ser (33,3 por ciento), seguida de Onda Cero (16,8) y Radio Nacional (12,4).
La propaganda no llega
El 54% de los encuestados asegura haber visto por televisión algún espacio de propaganda por parte de alguna opción política. Los programas electorales de todos los partidos, tan sólo llegaron al 36,8% de la población, que afirma haber hojeado alguno de los textos ideológicos de los partidos.
Seis de cada diez españoles no conoció ninguna encuesta
Más contundente es el desinterés por las encuestas. El 58% de los españoles afirma no haber tenido conocimiento sobre ninguno de las sondeos preelectorales que fueron publicados durante la campaña y la precampaña del 25M.
Finalmente, es abrumadora la mayoría de electores que admiten que los sondeos preelectorales le influyeron «poco» o «nada» (88,4 por ciento), frente a un 11,5 que admite que pesó «mucho» o «bastante».
¿Cuánto costó la campaña a las europeas?
El coste total de los quince días de contienda entre todos los candidatos a las elecciones del 25M ascendió a un total de 120,58 millones, según los datos del ministerio del Interior. Esta cifra supone una reducción de 16 millones en el presupuesto con respecto a la cita de 2009.
Cada partido dispuso de un tope de gasto de 6,94 millones. La cifra se calcula asignando 0,19 euros a cada ciudadano que viva en el lugar donde los partidos han solicitado que la población pueda votarles.