Alberto Garzón y Juan Carlos Monedero escenificaron ayer, con un gesto no exento de ironía, lo que luego se apresuran a disimular en discursos oficiales. “Pareces de Podemos”, le dijo Monedero a Garzón. “Y tú de IU”, le contestó el otro. Se lo dijeron por lo bajini, y luego, a petición popular, lo clamaron abiertamente, con sorna evidente hacia la prensa que desde hace tiempo insiste en que el pacto entre IU y Podemos está más que fraguado y se traza en una “hoja de ruta” que la coalición de izquierda ha despejado con la renuncia de Cayo Lara y el más que probable liderazgo de Garzón.
El líder incipiente- ayer era su primera aparición tras confirmar sus aspiraciones a coordinador de IU– fue de los primeros en atisbar la oportunidad de Podemos y nunca ha ocultado su aspiración a un acuerdo de izquierda. Esto es, esencialmente, entre IU y el partido de Iglesias.
Entre los asistentes, la espontánea anécdota arrancó la carcajada. Y fue sonora. “Vosotros sabréis”, dejó caer la moderadora del encuentro, el coloquio “La solución federal de las izquierdas”, organizado por Federalismo de Izquierdas en el Círculo de Bellas Artes y con una mesa redonda jugosa. Con Garzón y Monedero estaba también el primer secretario del PSC, Miquel Iceta.
La fotografía del público era una “melé” en apariencia extraña pero con enorme significado. Carme Chacón y Patxi López, sentados en segunda fila, no ocultaban miradas escépticas con las sugerencias de Monedero. En la misma fila estaba Willy Meyer, otrora cabeza de lista de IU al Parlamento que dimitió, recuerden, por aquel escándalo con una Sicav de Luxemburgo. En el acto se habló de federalismo, pero de puntillas se pasó, curiosamente, por la corrupción política y demás miserias, lo que más preocupa sin duda a los ciudadanos.
“Me escribe gente, mucha, muchísima, que dice: “Si España es Podemos, no quiero irme de España”, dijo en un momento dado Monedero. La exministra se revolvió en el asiento y miró hacia atrás para disimular la sonrisa.
La presencia de “críticos” del PSOE viene siendo cada vez más habitual en algunos actos de Podemos-lo hizo, por ejemplo, Pérez Tapias en la pasada asamblea ciudadana en la que se eligió a Iglesias secretario general del partido- pero la imagen de Chacón y López, ambos miembros de la Ejecutiva socialista y encargados de redactar el futuro programa del PSOE, no deja de resultar chocante. A la misma hora, su secretario general, Pedro Sánchez, crítico con Podemos hasta el punto de no mentar su nombre, participaba en el encuentro “Desigualdad y democracia”, organizado por la Fundación Julián Besteiro.
En sus intervenciones, Garzón, Iceta y Monedero coincidieron en lo esencial: la reforma de la Constitución es urgente para resolver el encaje de Catalunya en el Estado y la panacea para la crisis territorial. Pero sí afloraron las discrepancias, sobre todo cuando Monedero planteó “partir desde cero” y romper con todos los acuerdos salidos de la Transición. “Un proceso desde abajo, sin padres de la Constitución solventando problemas en restaurantes secretos”, espetó, en referencia a “Abril Martorell y Alfonso Guerra en el restaurante José Luis”.
En las butacas se vio incomodidad y sus compañeros de ponencia no dejaron escapar la respuesta. “No lo comparto. En la Transición se hizo lo que se pudo”, le corrigió Garzón. Su reforma “urgente” no toca los pilares constitucionales. “Es necesario reconocer el derecho a decidir de las comunidades políticas existentes, algo que desborda el ámbito de la formalidad de los Estados”, dijo el diputado.
Lo del “derecho a decidir” no le gusta a Iceta, pese a que su partido vote a favor de la Ley de Consultas. Él mismo dice desconocer el significado del término, aunque propone un “referéndum pactado” e incluido en la Constitución sobre el modelo federal.
El socialista fue el más contrariado con Monedero. “Todos los días hay elecciones”, le dijo éste en un momento, “los mercados votan todos los días y hacen cambiar la Constitución”. El socialista le miró perplejo durante segundos y torció la cabeza. Después, anunció lo que su jefe comunicaba en el otro acto, que el Grupo Parlamentario Socialista votará con IU en el Congreso para corregir la reforma de la Carta Magna de Zapatero. Diferencias aparte, una imagen parece, en este caso, valer más que mil palabras. Condenados a entenderse.