Decenas de personas murieron por asfixia tras un bombardeo de las fuerzas del régimen sirio contra la ciudad de Duma, el último bastión rebelde a las afueras de Damasco, según la ONG Cascos Blancos, dedicada al rescate de víctimas en zonas bajo el control de la oposición.
Por su parte, el observatorio sirio de Derechos Humanos, ha asegurado que al menos once personas han sufrido síntomas de asfixia tras un bombardeo aéreo en las afueras septentrionales de Duma, cerca de la zona del Cementerio Antiguo.
La agencia oficial siria, SANA, ha negado cualquier responsabilidad de las fuerzas sirias y ha asegurado que «las denuncias del uso de la sustancias químicas en Duma son un intento claro de impedir el progreso del Ejército», que ayer comenzó una ofensiva contra los rebeldes en esta zona.