El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, reitera la imposibilidad de formar un gobierno constitucionalista en Cataluña debido al «hundimiento» del PP y del PSC y a la «maldita» ley electoral que no es proporcional al traducir los votos en escaños. Ese hundimiento, aseguró, es un síntoma del «fin de ciclo» del bipartidismo.
La próxima legislatura, gobernaremos
Al hacer balance del año en rueda de prensa en el Congreso de los Diputados, Rivera subrayó los éxitos o desméritos de esta legislatura. Según Rivera, ahora toca trabajar por España «desde la oposición», pero que esta legislatura es «de transición» y que a partir de 2020 «tocará gobernar España». Según el líder de la formación naranja, su partido ha potenciado las principales medidas económicas y sociales de lo que llevamos legislatura. Destacando la bajada de impuestos a las rentas más bajas que ha pactado con el Gobierno a partir de 2018 -con la publicación de los PGE del año que viene-, además de el Complemento Salarial para Jóvenes y la tarifa plana de autónomos. Rivera se presenta como la salvación ante lo que él llama «subida de impuestos de los Gobiernos de Rajoy y Zapatero» y estancamiento de la economía.
Cataluña, el principal problema de España
Con respecto al desafío independentista, Rivera lo califica como el «principal problema» de España y el mayor reto al que se enfrenta desde el intento de golpe de Estado de 1981. Cree que los independentistas tienen mayoría porque PP y PSOE han hecho mal los deberes, «nosotros hemos cumplido» dice el líder de Ciudadanos. Aun así, ha reiterado su compromiso de pedir la Presidencia del Parlament para evitar sesiones como las de los pasados 6 y 7 de septiembre, y de la declaración de independencia de mediados de octubre.
Considera que Ciudadanos ha estado «a la altura de las circunstancias» y ha cumplido con su promesa de ganar en votos y en escaños a los separatistas, pero debido al «hundimiento» de los otros partidos constitucionalistas y a la «maldita» ley electoral no se puede formar un gobierno alternativo al independentismo, que cuenta con mayoría absoluta de escaños.
Rivera alertó de que «no es legítimo» pretender presidir un Parlamento o un Gobierno estando imputado por la comisión de varios delitos, entre ellos malversación de fondos públicos o sedición. Por tanto, ni Carles Puigdemont, ni Oriol Junqueras ni Carme Forcadell son el futuro de Cataluña, no ya solo por su situación procesal sino porque políticamente están «inhabilitados».