El expresidente del Gobierno, José María Aznar, afirmó en San Sebastián que la tarea más importante que tiene España es «construir, ordenar y poner en marcha una gran política nacional basada en los principios constitucionales”, así como «poner fin al desfalco de soberanía nacional que están llevando a cabo los nacionalistas». Pero Aznar parece que no se acuerda de cuando firmó el pacto del Majestic en 1996 con Jordi Pujol, que blindó la primera legislatura del PP en el Gobierno central a cambio de concesiones a CIU. Aznar parece olvidarse cuando dijo en voz baja eso de «yo hablo catalán en la intimidad».
Pujol era renuente al pacto, pero poco a poco le convencieron. Incluso el propio González, que acababa de perder las elecciones, le argumentó la conveniencia de sumar con el PP: «Alguien tiene que gobernar. No se puede hurtar la victoria de quién ha ganado en España. Por consiguiente, convendrá que vosotros apoyéis a Aznar con las condiciones que, imagino, le vais a imponer», sostuvo González. La primera reunión entre Pujol y Aznar se produjo en un molino reformado propiedad de Rodrigo Rato. Pujol llegó en secreto, sin su escolta habitual y solo parando en una estación de servicio para avituallarse. La conversación fructificó en el pacto que se firmó en el hotel Majestic.
Ahora Aznar quiere dar una imágen implacable frente al nacionalismo pero él bien sabe que en su época al frente del Gobierno no era tal y como lo pinta. Cabe recordar que Aznar fue el mejor presidente para los intereses del nacionalismo catalán.
Con el denominado Pacto de Majestic, donde Aznar propició un nuevo sistema de financiación para las CCAA que incluyó la cesión del 33% de la recaudación del IRPF (antes era del 15%), del 35% del IVA (desde el 0% anterior) y del 40% de los impuestos especiales. El Pacto del Majestic sigue siendo, pese a los 17 años transcurridos, un tema recurrente en la política catalana. La decisión de formar gobierno con CIU supuso el apoyo de los convergentes al PP a cambio de un serie de apreciables contrapartidas.
Con el pacto se mejoró del sistema de financiación de Cataluña, aumentaron las inversiones, convirtieron a los Mossos d’Esquadra en una auténtica policía, supuso el fin de la mili y la desaparición de los gobernadores civiles. El Pacto del Majestic fue concreto, transparente y ambas partes hicieron honor a su palabra con lealtad y diligencia.
VIDAL-QUADRAS
El famoso pacto se llevó por delante a Alejo Vidal-Quadras al frente de la dirección del PP en Cataluña. Fue una condición del entonces presidente de la Generalitat para suscribir ese acuerdo, según reconoce el propio Vidal-Quadras, vicepresidente del Parlamento europeo. En su discurso de despedida, reprochó entonces a la dirección nacional que renunciara a sus principios ideológicos. Criticó entonces a Aznar, y lo hace ahora, al que acusa de aceptar su desaparición de la escena política como condición del pacto con las nacionalistas. Según Vidal-Quadras, el expresidente Aznar se equivocó al acceder a dar este giro en la estrategia de los populares en Cataluña. El diputado europeo ha recordado recientemente que Aznar entregó el partido a Piqué, “un nacionalista diluido, pero un nacionalista”. La etapa de Piqué la define como la del “ala catalanista” del PP, que acabó con la tormenta del Estatut y la renuncia del exministro por los desencuentros con Ángel Acebes.
Ahora, ante el órdago nacionalista de Artur Mas, Vidal-Quadras exige firmeza al Gobierno de Mariano Rajoy. Y le sugiere que ponga fecha al diálogp con el presidente catalán, porque el Ejecutivo “no debería ofrecer diálogo sin fecha de caducidad a quien pretende destruir la nación”.
CIU ENCANTADO CON EL PACTO
Duran presume de que el Pacto del Majestic ha sido «el mejor» acuerdo para Cataluña.
«Es el mejor acuerdo que nunca se ha hecho para Catalunya, gracias a la fuerza decisiva de CiU», ha proclamado. Según ha recordado, aquel pacto, que facilitó la investidura de Aznar, también abrió el camino para la desaparición del servicio militar obligatorio, de la que se cumplen ahora diez años. A su juicio, y frente a los mensajes de Nuevas Generaciones y del PP atribuyéndose la conquista, aquella decisión sólo fue posible «gracias a CiU». «El PP no quería hacerlo» y el PSOE, en boca de Felipe González, consideraba que, con la supresión de la ‘mili’, desaparecía el único elemento vertebrador de España, ha rememorado.
CIU PUDO FORMAR PARTE DEL GOBIERNO
Aznar llegó a ofrecer en varias ocasiones a CiU entrar en su Gobierno, una posibilidad que siempre fue rechazada por Pujol.
«La lengua catalana es una de las expresiones más completas, más perfectas, que yo conozco desde el punto de vista de lo que puede ser el lenguaje, y desde luego quiero decir que no solamente lo leo desde hace muchos años, la entiendo, y además, cuando estoy en círculos reducidos, no muy amplios, la hablo también», afirmó Aznar cuando aún era candidato del PP a presidente del Gobierno, en una entrevista en TV3 emitida el 21 de marzo de 1996.
El ex presidente debe recapacitar y ser consciente de lo que firmó en su momento porque la memoria histórica siempre pone en su sitio al que menos se lo espera.