«Ése es el mayor estímulo», ha señalado Zapatero en una rueda de prensa tras la Cumbre europea, donde ha asegurado que los estímulos que necesita la zona euro y, en particular España, es «confianza, credibilidad y sostenibilidad» para mejorar la capacidad de financiación.
Ahora toca imponer disciplina fiscal y una vez que se consiga, según Zapatero, se podrán poner en marcha otros estímulos de distinta naturaleza, fiscales o monetarios, para fomentar la actividad económica y la creación de empleo. «Pero de momento, esto es lo más importante», ha argumentado.
El aún jefe del Ejecutivo ha recordado que España y Europa recurrieron en 2008 a los estímulos fiscales para afrontar una crisis de mucha «envergadura y gravedad», lo que acabó generando un problema de deuda soberana debido, sobre todo, al problema griego y al riesgo sistémico que provocó.
Así, ha defendido la necesidad de controlar «estrictamente» el déficit estructural para evitar que en futuros periodos de recesión el problema recaiga con «gran virulencia» sobre la deuda. «Hay circunstancias excepcionales, pero el déficit estructural tiene que estar estrictamente controlado», ha señalado.