El apodado como »Rey Lagarto» y líder del grupo »The Doors», Jim Morrison, según la versión oficial, fue encontrado muerto por su novia, Pamela Courson, en su casa de París en 1971 a raíz de un paro cardiaco. No obstante, en torno a la muerte de Jim Morrison se desplegaron una serie de hipótesis y conjeturas que han alimentado un misterio que ha crecido con los años.
Su muerte fue anunciada en la prensa tres días después, y nunca nadie pudo explicar el porqué de esta decisión. Además, no se realizó la autopsia al cantante y sólo dos personas pudieron ver su cuerpo, una de ellas su novia Pamela, quien llamó al médico Vasille para dictar la causa de su muerte.
El cuerpo fue rápidamente preparado para ser enterrado en el cementerio francés Pere Lachaise, y pocas personas asistieron a la despedida. Por si las sospechas entre sus seguidores no fueran suficientes, en el momento del entierro el baterista de los Doors aseguró “¡la tumba es muy corta!”.
Una de las hipótesis asegura los padres habrían sacado el cuerpo del cementerio francés para llevárselo a Estados Unidos, aunque las autoridades siempre lo han negado. La teoría más instaurada entre sus fans es que la muerte del cantante fue un simulacro para que Morrison pudiera alejarse del furor masivo que se había cimentado en torno a su figura. A partir de esta posibilidad, se han inventado cientos de identidades falsas para Jim y numerosas voces aseguran haberlo visto con vida en diferentes puntos del mundo. Otra versión, también muy difundida, afirma que la noche en la cual Morrison falleció, muchos lo vieron en una fiesta en París.