Diez años después de salir de «Operación Triunfo», Hugo Salazar sólo tiene palabras de agradecimiento al programa que le lanzó a la fama y, alejado de la presunción, dice que es «muy crítico» consigo mismo y que no termina de creerse ni su éxito, ni su belleza: «No soy tan guapo como la gente puede decir».
Salazar, que se considera «del montón», aunque tampoco «un adefesio», ha explicado a Luján Argüelles, en EFE Radio, que valora el programa que le dio la «oportunidad» de grabar su primer disco («El héroe de tu vida») y que en la distancia «la música es muy diferente de «un concurso musical».
El «extriunfito», que quedó en quinto lugar en la segunda edición del programa, se considera un espíritu crítico que se saca «mil defectos», porque es lo que le han «enseñado», aunque asume que esto tiene una parte «buena», pero otra «no tanto».
Deportista, «cocinillas» y gran aficionado al Betis, considera que se ha implicado «mucho más» en su quinto disco -«Gente»-, ya que intenta trabajarse las letras, para ser «uno de esos compositores que se diferencian» por lo que dicen sus canciones.
Versátil -canta, compone, actúa, es modelo ocasional y hasta cómico-, reconoce que va «madurando» y que le ha «sorprendido» descubrir que componer es un trabajo que le gusta «más» que subirse a un escenario.
De su disco «Gente», dice que es «puro sentimiento» porque sus canciones le desnudan «por completo». Quizá por eso valora mucho la «naturalidad» y la «espontaneidad», cualidades que busca en una mujer, aunque lo que más le gusta en el amor es que le «hagan reír».
Sentimentalmente, se siente «equilibrado», con el corazón «lleno» de «familia» y «amigos» y, aunque no es partidario del matrimonio, sí contempla la paternidad: «Me atrae más que firmar un papel».
«Sería bonito poder tener un niño», confiesa, aunque no piensa en el presente sino en un futuro «no muy lejano».