Israel decidió responder al lanzamiento de cohetes desde la Franja de Gaza hacia Israel, una operación en la que los civiles, otra vez son las víctimas inocentes de una intervención que, según Tel Aviv, persigue golpear a la estructura de Hamás. En medio de este intercambio de fuego, decenas de miles de personas en ambos lados están atrapadas.
Mohammed Barakat es uno de ellos. Vive en la Franja de Gaza, un territorio de 360 kilómetros cuadrados en el que viven alrededor de un millón y medio de palestinos gobernados por los islamistas de Hamas. Objetivo de la tercera gran intervención militar, palestinos de Gaza estuvieron en vilo toda la noche, “horrorizados” por el goteo constante de misiles desde territorio israelí. “Ni mis hijos, ni yo hemos salido de casa desde que empezó la ofensiva”, cuenta a www.teinteresa.es, vía mail. “Fue una noche horrible especialmente para los pequeños . Cayeron muchas bombas y proyectiles y pasamos mucho miedo”, describe.
Margen Protector es el nombre de la ofensiva que lanzó Israel a las dos de la madrugada del martes 8 de junio. Comparte objetivo con las otras dos, Plomo Fundido (en 2008) y Pilar Defensivo (en 2012). Las tres persiguen frenar los cohetes lanzados por el grupo islamista Hamas. “Estamos acostumbrados”, reconoce Barakat.
“Lo único que puedo hacer es meterme debajo de los muebles y consolar a mis dos hijos, que son lo único que me preocupa”, insiste. El más pequeño tiene solo tres años y no puede evitar romper a llorar cada vez que le asusta el fuerte ruido de los misiles lanzados desde el otro lado. “Ignoro qué pasará mañana por eso siempre llevo el teléfono cargado”, concluye.
Desconoce que pasará en unas horas. Hace dos años, Pillar Defensivo duró ocho días en los que murieron 170 muertos y 1.300 heridos. En 2008, la operación aérea y terrestre »Plomo Fundido» en respuesta al lanzamiento de cohetes Al Kasam por las milicias de Hamás y en vísperas electorales provocó la mayor matanza de palestinos en cuarenta años con más de 1.300 muertos y 5.000 heridos.
Al otro lado de la frontera también son víctimas de la tensión, el intercambio de ataques y las noches en vela. Darío Teitelbaum reside en Kibutz Gvulot, una granja comunitaria situada a 7 Km de la franja de Gaza. En una entrevista telefónica cuenta a www.teinteresa.es que “lamentablemente en las últimas horas recibimos decenas de cohetes desde la Franja de Gaza desde distancias medianas de hasta 10 km o desde distancias superiores a 70 km”. No sabe dónde dormirá está noche. Quizás en su propia casa, quizás en la de algún familiar o en un barrio más seguro o tal vez los cohetes le despierten en la madrugada.
Darío Teitelbaum, a pesar del peligro y las posibilidades que tiene de que le caiga encima un proyectil, habla con naturalidad sobre el miedo que marca su ritmo de vida “siempre pendiente del lanzamiento de misiles”, dice. “Los terrorista de Gaza colocan en jaque a una población muy grande, de alrededor de 350.000 israelíes”. El lanzamiento de cohetes aumenta por la tarde y a primera hora de la mañana, aunque “hoy ha sido constante”, asegura.
Desde Gvulot tiene 15 segundos para llegar al refugio. Gracias a un sistema que circula por la frontera con Gaza, el gobierno detecta el momento y el lugar exacto desde donde fue lanzado el misil y calculan que trayectoria hará el cohete y en qué área impactará. “Los chicos en la zona están amedrentados”, insiste, al tiempo que subraya que “para poder dormir en paz, los dos pueblos van a tener que renunciar a parte de sus sueños”