Harina, leche, aceite, azúcar, papel higiénico, mantequilla…son algunos de los productos que escasean en Venezuela. Chavistas y no chavistas sufren cuando acuden al supermercado y observan que las estanterías de los supermercados están vacías y que las pequeñas tiendas de barrio tampoco disponen de productos de primera necesidad. El ingenio y la desesperación han hecho que los venezolanos utilicen las redes sociales para tuitear que llegan los productos al super.
No es el único método. Los familiares se llaman cuando descubren que en un establecimiento hay papel higiénico. Cuando van en el autobús y ven grandes colas en los supermercados, se bajan. Y hasta hay gente que pasa el día entero frente al supermercado, esperando que entren los productos para, por fin, hacer la ansiada compra. Así lo describe el diario venezolano El Tiempo que inaugura una modalidad de turismo, “el de mercado” que hace referencia a la gente que viaja a Caracas desde otra ciudad para recorrer los supermercados y comprar los productos que escasean en sus localidades. Familias enteras organizan excusiones al centro del país para comprar de todo. También, aprovechan los viajes de negocios de sus familiares para encargarles todo aquello que no pueden encontrar en sus ciudades, hasta el punto que algunos deciden viajar en autobús en vez de utilizar el avión porque puede traer más cosas.
Los venezolanos ya no pueden más. Hacer la compra se ha convertido en una carrera de fondo más que en una actividad rutinaria. El diario recoge el testimonio de Héctor Lavoe que explica “cuándo llegará el día de mi suerte y pueda hacer mi mercado en un solo sitio, que los anaqueles estén llenos y la gente no esté peleando en las colas por un paquete de harina de maíz o de papel higiénico”
Elizabeth Yánez confía en que los venezolanos no se acostumbren a no poder escoger qué comer ni elegir en qué supermercado comprar. “para mí sería muy triste pasar mi vejez en esto”, reconoce.
Según estos testimonios, en muchas regiones de Venezuela la escasez de alimentos no da tregua y “se intensifica”, hasta el punto que hacer la compra se ha convertido en una batalla.
Conseguir harina, lo más difícil en Venezuela
El Banco Central de Venezuela ya alertó sobre los problemas en cadena productiva de alimentos en su último informe. Sugiere a los ministerios de Alimentación y de Agricultura y Tierras que diseñen un plan conjunto de acciones dirigidas a la cadena productiva y de comercialización «para mantener la estabilidad de los precios».
Además, según este informe, enero se convirtió, bajo la administración de Nicolás Maduro, en mes con mayor escasez de alimentos en los últimos tres años con nivel de 18,2 por ciento.
Respecto a los productos, la harina de trigo es el producto que tuvo mayor nivel de escasez en marzo con 86%. Les sigue, leche, aceites, azúcar, margarina, café y harina de maíz precocida, con niveles que superan el 41% y llegan hasta 75,3%.
Por mucho que el actual presidente Nicolás Maduro eche la culpa a la oposición del desabastecimiento en el país, parece que las estadísticas y los testimonios demuestran que tomar un café con leche o unas arepas, se ha convertidos en un lujo en la Venezuela chavista de Nicolás Maduro.