«Mi único temor es Alá, el único dios, el que tiene el poder para decidir si debía vivir o morir. Desde que me convertí en musulmán he tratado de vivir como él quería que lo hiciera». Estas son las últimas palabras que Charlie Jr. Brooks, el primer condenado a muerte en Texas desde la vuelta de la pena capital a EEUU en 1976, dijo antes de recibir la inyección letal. El último aliento de un hombre negro, de 40 años, que fue condenado a muerte por el secuestro y asesinato de un mecánico en el condado tejano de Tarrant.
Las despedidas de todos lo condenados a muerte en el estado de Texas han quedado recogidas a través de una página web del departamento de Justicia del estado. La web, que ha recibido más de tres millones de visitas en el último año, ha recibido duras críticas por parte de abogados y asociaciones estadounidenses en la lucha contra la pena de muerte, ya que, según los activistas, vulnera la intimidad de los presos.
Texas es, junto con California, el único estado de EEUU que publica las últimas palabras y despedidas de sus condenados a muerte, y uno de los que más personas ejecuta. En total, 500 personas han recibido la inyección letal desde 1976. La última ha sido Kimberly Mc Carthy, un mujer de raza negra y 52 años acusada de asesinar a una anciana en 1997. Justo antes de recibir la inyección que terminaría con su vida el pasado 26 de junio, Kimberly sacó de su boca unas últimas palabras: «Solo quiero dar las gracias a todos los que me han ayudado estos años: al reverendo Campbell, mi guía espiritual; a Aarón, el padre de Darrian, mi hijo, y Maurie, mi abogado. Gracias a todos. Esto no es una pérdida, es una victoria. Sabéis a dónde voy. Me voy a casa para estar con Jesús. Mantener la fe».
Junto con la de Kimberly, más de 500 despedidas pueden consultarse en la página web. Estos son los pensamientos de los diez (contando a Kimberly) últimos condenados a muerte en Texas:
-Elroy Chester (ejecutado 499). Condenado a muerte por asesinato, violación y robo: «Dios ve todo. No me odies (a los familiares de sus víctimas). Si lo hace tendrá que lidiar con él más tarde. Lo siento por robarle a su ser querido… Elroy Chester no era un hombre malo. Mucha gente dice que no cometí esos asesinatos, realmente lo hice».
-Jefferey Demond Williams (ejecutado 498). Asesinó de un disparo en el pecho a un policía: «Tú payaso policía. ¿Vas a parar de dejar de asesinar a niños inocentes? Dios tiene un plan para todos. ¿Oyes? Quiero a todo el mundo que me quiere, pero no tengo ningún amor para cualquier persona que no me quiera».
-Carroll Joe Parr (ejecutado 497). Condenado a muerte por robo y asesinato cometidos en una tienda de comestibles: «Mi declaración al mundo: yo estoy en medio de la verdad. Estoy bien, estoy recto. A todos mis compañeros, les digo lo que dijo Arnold Schwarzenegger, «Volveré». Estos ojos se cerrarán, pero se abrirán de nuevo, Jesús me ha calado. A mi familia, os quiero».
-Richard Aaron Cobb (ejecutado 496). Secuestró junto con otro acusado a tres personas: un hombre y dos mujeres. Mataron al hombre, luego violaron a las mujeres para posteriormente dispararlas y tirar sus cuerpos en un prado: «La vida es la muerte, la muerte es la vida. Espero que algún día este absurdo al que la humanidad ha llegado tenga su final. La vida es demasiado corta… La vida es demasiado corta como para albergar sentimientos de odio y rabia. Eso es todo».
-Ronnie Paul Threadgill (ejecutado 495). Condenado por asesinar a un chico de 17 años de un disparo y robar un coche: «A mis seres queridos y amigos, os quiero a todos y os aprecio por estar ahí. Me voy a un lugar mejor. Para todos los chicos de vuelta en la fila, mantengan la cabeza arriba, seguir luchando. Estoy listo. Vamos».
-Rickey Lewis (ejecutado 494). Mató a un hombre y violó a su prometida: «Señorita Connie Hilton, siento lo que te pasó. Si no te hubiera violado, entonces no hubieras vivido… Yo no soy un asesino. Mi mamá recibió abusos. Lo siento por lo que has pasado… Pido al buen Dios que me perdone… Doy gracias al Señor por el hombre que soy hoy. He hecho todo lo posible para mejorar mi persona, para aprender a leer y escribir…».
-Carl Blue (ejecutado 493). Condenado a muerte por quemar viva a una mujer en 1994: «…Todos tenemos que estar delante de Dios al final del día. Nunca pienses que eres perfecto, ninguno de nosotros es perfecto. Dios es el único que es perfecto. Jesús es perfecto. Hice mal, ahora estoy pagando el precio más alto, a pesar de que es una forma retorcida. No juzgo, no te estoy juzgando. Dios tiene que juzgar a las personas. Yo perdono. Recuerde siempre, Romanos 12:19 es real,
el infierno es real… Todos tenemos que morir para ir al cielo … Estoy hablando con todos y cada alma en este edificio, en esta habitación. Yo no odio a nadie… La ley de Dios está por encima de la ley. Espera. Vaquero, me estoy preparando para montar. Jesús es mi paseo… Amaos unos a otros, ir a la iglesia, cambiar vuestra vida por Cristo, vivir vuestra vida por Cristo. De acuerdo, guardián. Terella, lo siento nena, amor».-Preston Hughes III (ejecutado 492). Violó y apuñaló a dos niños de 15 y tres años: «… Por favor, sé que soy inocente… Por favor, seguir luchando por mi inocencia a pesar de que yo me haya ido… Os amo. Adiós. Ok, guardián.».
–Ramón Hernandez (ejecutado 491). Acusado de secuestro, robo, violación y asesinato de una joven de 37 años: «¿Puedes oírme? ¿Alguna vez te he dicho que tú tienes los ojos de papá? Me he dado cuenta de eso en el último par de días. Lo siento por hacerte pasar por todo esto. Dile a todos que los amo. Me gustó ver a los niños. Los amo a todos, díselo a mamá, a todo el mundo. Me siento muy mal por todo el dolor. Dile a Brenda que la amo. A todo el mundo de nuevo en la fila, sé que estáis pasando mucho por ahí. Seguid luchando, no os rindáis».
LAS ÚLTIMAS PALABRAS DE LOS DOS ÚLTIMOS CONDENADOS
– Arturo Díaz (ejecutado 505) murió en la prisión de Texas el pasado 26 de septiembre. En su último adiós, mitad en en inglés y español por su condición de hispano pronunció unas palabras bastate duras en las que dijo lo siguiente: «No si sé recuerdas en el año 2000 que eras feliz por cómo ocurrieron las cosas. Estoy orgulloso de que ocurriera de esta forma. No querría verte en mi lugar. Deberías estar aquí en lugar de mí, pero no deseo eso para ti. No te odio«.
En español se dirigió a su familia: «Abuela Lilia y Robert, tened esperanza conmigo. Estoy con dios. Gracias por estar conmigo y darme todo vuestro amor. Mamá, cuida de mi hija. Muchos besos, mamá».
Robert, no olvides lo que te conté. Espero que sirva de ejemplo para los jóvenes. Piénsalo antes de tomar una mala decisión».
– Michael Yowen (ejecutado 506) es el último hasta la fecha en Texas. Dijo lo siguiente: «Te quiero. A Gerald: eres un cero. Te quiero Mandy, Tiffany. Os quiero también».