Con rituales, oraciones y una sonrisa…Así celebran los sudafricanos el primer aniversario de la muerte de Nelson Mandela, el primer presidente negro de Sudáfrica y artífice de la reconciliación racial después de tres siglos de dominación blanca. Los restos de »Madiba», presidente de 1994 a 1999, descansan en Qunu, el pueblo donde creció, en el sur del país y su recuerdo permanece en todo el país donde las celebraciones se prolongarán durante todo el día.
Una de las personas que mejor conoció a Nelson Mandela fue el periodista John Carlin que fue enviado en 1989 a Johanesburgo como corresponsal de su diario de entonces, »The Independent». Autor de El factor humano» (Seix Barral), libro en el que se basó la película »Invictus», de Clint Eastwood y La Sonrisa de Mandela (Deabate) o Pistorius, la sombra de la verdad cuenta a www.teinteresa.es la sensación que envuelve al país cuando se cumple el primer aniversario de la muerte del primer presidente negro de Sudáfrica.
“Se recuerda a Mandela con enorme gratitud porque han tenido la suerte de contar con una figura como Mandela en un momento determinante en la historia de Sudáfrica”, reconoce Carlin. Elegido en abril de 1994 como primer presidente negro de la Sudáfrica democrática, Mandela destacó una por su autoridad moral, por la reconciliación entre las razas y los grupos étnicos.
Carlin insiste en que “lo que ha desaparecido en Sudáfrica como en tantos otros lugares del mundo es el concepto entre los gobernantes de que hay que servir al pueblo antes de servir a tus propios intereses personales o profesionales”.
A diferencia de muchos otros mandatarios occidentales que usan la política para lucrarse, ”Mandela se metió en la política, con un espíritu altruista, para entregar su vida para el bien de la nación y pagó un enorme precio, entre otras cosas, 27 años de cárcel”, recuerda el periodista. “Hoy la gente que se incorpora a su partido, y no solo sudafricano, lo hacen no para servir a la nación, sino para enriquecerse con el poder, en sí. Esta es la gran diferencia entre Mandela y otros dirigentes”, señala John Carlin.
Irrepetible y único. Así fue Mandela, un hombre de frases memorables pero ante todo de acciones. “Mandela salió de la cárcel y llegó al poder, no en plan revanchista sino en plan conciliador y vamos a intentar servir a los intereses de todo el pueblo”, explica. En su opinión, en la actualidad no hay mandatarios que se parezcan a él aunque si John Carlin tuviera que dar un nombre sería el del expresidente de Uruguay, José Mújica. Ambos tienen en común su paso por la cárcel. El uruguayo estuvo 14 años en prisión frente a los 27 de Mandela y cuando salieron sirvieron a los intereses de su pueblo.
Muchas titulares han protagonizado la herencia de Mandela. Los medios sudafricanos se hacen eco de las peleas entre los descendientes de la primera esposa, Evelyn Mase, y los de la segunda, Winnie Mandela, por hacerse con el pedazo más grande de la herencia. Sin embargo, el periodista y escritor insiste en que “para sorpresa y decepción de los familiares, Mandela no acumuló mucho dinero. No fue un presidente como los que acumula grandes cantidades de dinero en Andorra o Suiza sino que dejó poco dinero,” concluye.