Excesiva fuerza, tortura, detenciones. Con estas tres palabras defines la ONG Amnistía Internacional la mala situación que atraviesan los derechos humanos en Venezuela. “El primer año de mandato del presidente Maduro estuvo marcado por un creciente descontento”, describe el informe de Amnistía Internacional.
La ONG detalla las violaciones de derechos humanos cometidas por el régimen bolivariano durante las manifestaciones del pasado año en la que murieron 43 personas. “Más de 3.000 personas fueron detenidas en el contexto de las protestas. La mayoría fueron acusadas y puestas en libertad al cabo de unos días”, apunta. En este sentido, destaca el excesivo uso de la fuerza contra las manifestantes, las detenciones arbitrarias y la tortura a la que fueron sometidos decenas de personas.
El sistema judicial venezolano es examinado por la ONG. Dice que “ la justicia estaba sujeto a injerencias gubernamentales, especialmente en los casos que implicaban a personas que criticaban al gobierno o de las que se consideraba que actuaban en contra de los intereses de las autoridades”. En este sentido, The World Justice Project analiza la situación sistema penal en 97 países y concluye que el venezolano es el peor del mundo. Un total de 1.102 jueces fueron denunciados e investigados por la Corte Disciplinaria Judicial en el año 2012.
El informe de AI concluye que «el primer año de mandato del presidente Maduro estuvo marcado por un creciente descontento». Recuerda que entre febrero y julio de 2014, Venezuela se vio sacudida por protestas multitudinarias a favor y en contra del gobierno en diversas zonas del país.
En esas manifestaciones, al menos 43 personas perdieron la vida y más de 870 resultaron heridas -entremanifestantes, miembros de las fuerzas de seguridad y transeúntes-, dice AI. Más de 3.000 personas fueron detenidas en el contexto de las protestas. La mayoría fueron acusadas y puestas en libertad al cabo de unos días. Pero al finalizar el año, más de 70 personas continuaban detenidas.
La represión también ocupa un párrafo aparte en este informe sobre Venezuela. AI afirma que las fuerzas de seguridad «emplearon fuerza excesiva para dispersar protestas».
Entre las medidas desplegadas, detalla, figuraron el uso de munición real a corta distancia contrapersonas desarmadas, el uso de armas de fuego y materiales antidisturbios inadecuados y manipulados, y el uso de gas lacrimógeno y balas de goma en espacios cerrados. Y recuerda el caso de la estudiante Geraldín Moreno, que murió tres días después de recibir en un ojo el disparo de una bala de goma a corta distancia durante una manifestación en Valencia, estado de Carabobo, en febrero de 2014.
Cita otro ejemplo, el mismo mes, el de Marvinia Jiménez, que fue golpeada por policías mientrasfilmaba una manifestación en Valencia, y fue acusada, entre otras cosas, de obstruir la vía pública y alterar el orden.
Amnistía denuncia también que decenas de personas fueron detenidas arbitrariamente durante las protestas que se desarrollaron entre febrero y julio. A muchas se les negó el acceso a asistencia médicay a un abogado de su elección durante las primeras 48 horas de su detención antes de comparecer ante un juez.
Cita los casos del abogado Marcelo Crovato y el defensor de los derechos humanos Rosmit Mantilla, fueron detenidos en abril y mayo, respectivamente, en relación con las protestas. Más de ocho meses después de su detención, permanecían en prisión preventiva, pese a la ausencia de pruebas sólidas que respaldaran los cargos en su contra.
Asimismo, señala que, a pesar de las reformas del sistema penitenciario, las condiciones de reclusión siguen siendo duras. Falta de atención médica, alimentos y agua potable, condiciones insalubres, hacinamiento y violencia en las prisiones y las comisarías, son algunas de las característica del la cárceles, en las que habrían muerto durante el primer semestre del año al menos 150 personas.