En noviembre de 2012 se cumplieron diez años del secuestro del teatro »Dubrovka» de Moscú, que se saldó con la muerte de 130 rehenes en el asalto posterior de las fuerzas de seguridad.
Cerca de 50 integrantes de un movimiento separatista checheno asaltaron el teatro el 23 de octubre de 2002 y tomaron como rehenes a 912 espectadores, artistas y empleados durante tres días, exigiendo la retirada inmediata de las tropas rusas de Chechenia.
Tras 72 horas de negociaciones infructuosas, las fuerzas de seguridad rusas iniciaron el asalto con el polémico lanzamiento de varias cisternas de gas de composición todavía desconocida, se cree que podría ser el potente opiáceo 3-metilfentanilo, componente principal del arma química Kolokol-1.
La mayor parte de los rehenes fallecidos murieron directamente por la acción del gas. Las fuerzas de seguridad acabaron con la vida de 39 de los asaltantes. Los supervivientes todavía padecen graves problemas de salud, sobre todo dificultades respiratorias.
331 personas murieron en la masacre de Beslán
El 1 de septiembre de 2004, cuando se celebraba la inauguración del año escolar, un comando terrorista checheno atacó el colegio tomando como rehenes a más de mil personas entre maestros, alumnos y familiares. Los terroristas los encerraron en el gimnasio y amenazaron con volarlo en caso de que Rusia no retirara las tropas de Chechenia o lanzara una operación de rescate de los secuestrados.
Dos días después, tras una explosión en el interior del gimnasio, las fuerzas de seguridad lanzaron una confusa operación de rescate, que según las autoridades impidió que los terroristas matasen a todos los rehenes. Un total de 331 personas murieron, de ellos 186 niños, y otros cuatro fallecerían más tarde a consecuencia de las heridas.