Más de 80 personas han resultado detenidas como respuesta a este ataque, cuyos motivos todavía no han sido aclarados, según ha informado un portavoz policial.
«Estos estallidos de violencia son injustificables», ha lamentado posteriormente el jefe de Policía de Darmstadt, Bernhard Lammel.
Los botellazos comenzaron al final del festival al aire libre Schlossgrabenfest, el mayor evento musical del estado de Hesse, con una asistencia estimada de 400.000 personas.