Un joven mató a 27 personas este domingo en una iglesia baptista en una localidad de Texas. Se trata de la peor matanza que ha vivido el estado en la historia. El autor se suicidó antes de ser detenido por las fuerzas de seguridad. Otras 24 personas resultaron heridas en el ataque.
No se trata del primer gran tiroteo que vive Estados Unidos en las últimas semanas. El pasado 2 de octubre, en Las Vegas, un hombre de 64 años mató a 59 personas e hirió a más de 500 en un concierto de country. El autor de los hechos, antes de ser atrapado, se suicidó con la misma arma que había utilizado los minutos anteriores.
No son casos aislados. Durante este último año, 13.158 personas han muerto por un arma de fuego en Estados Unidos, según ‘Gun Violence Archive’; en cuanto a los heridos, la plataforma señala que son casi 27.000. El número total de incidentes que se registraron fue de 52.404.
Solo en el último mes 1.490 personas han muerto y ha habido más de 5.778 incidentes. Desde 2011, momento en el que comenzaron a contabilizarse con detalle los casos, más de 200.000 personas han sido asesinadas.
Con respecto a los años anteriores, los datos no han mejorado. En el año 2016, más de 58.000 casos se denunciaron y más de 15.000 personas murieron. Casi 31.000 fueron heridas por un arma de fuego. Un año antes, los datos seguían en la misma línea. 13.500 personas murieron y más de 27.000 fueron heridas en 2015.
Las cifras de muertos, de ataques y de incidentes se repiten en los mismos niveles durante todos los años, las heridas continúan abiertas. Las previsiones de numerosos estudios no apuntan a que sea fácil de controlar. Según la Campaña Brady, unas 33.000 personas mueren al año por arma de fuego en Estados Unidos, lo que implica que 93 personas al día son asesinadas por un disparo. Lo que significa una tasa 25 veces más alta con respecto al resto de los países desarrollados.
La plataforma ‘Everytown for Gun Safety Support’ analiza las causas de esta violencia armada y qué medios se deben poner en marcha para reducirla. Según está fundación, los principales problemas son la existencia de armas en lugares públicos, las ventas de armas en la red, la violencia doméstica o directamente el lobby de las armas, muy potente en Estados Unidos.
Desde el partido demócrata se ha insistido en numerosas ocasiones en la necesidad de legislar el uso de armas y los permisos; desde el partido republicano se insiste en que es imprescindible dejar libertad a los ciudadanos, agarrándose a la segunda enmienda.