«Más de 115.000 personas están actualmente desplazadas en el país tras los incidentes más recientes y más de 11.000 personas se han visto forzadas a huir de Burkina Faso para buscar refugio en los países vecinos», ha indicado Babar Baloch, portavoz de la agencia de la ONU, denunciando que «la violencia también ha lastrado gravemente el acceso humanitario a la población desplazada en el país».
El país ha venido registrando una creciente inseguridad desde 2015 por la presencia de grupos islamistas, incluidas las filiales de Al Qaeda y Estado Islámico en la zona, a la que se ha sumado en los últimos meses una ola de violencia intercomunitaria entre agricultores y pastores.
«ACNUR está alarmado por la continuada inseguridad, especialmente en el norte de Burkina Faso, que afecta a los civiles, incluidos desplazados internos y refugiados», ha subrayado Baloch, que ha recordado que el país acoge a 25.000 refugiados malienses.
«Esta violencia, que también tiene como objetivo cada vez más a los actores humanitarios, limita la capacidad de la comunidad humanitaria para ofrecer asistencia vital en las zonas afectadas», ha lamentado el portavoz de ACNUR. En este sentido, ha pedido «el respeto a la neutralidad de los trabajadores humanitarios para garantizar una asistencia continuada a quienes necesitan protección y asistencia».
Según Baloch, del total de desplazados, más del 90 por ciento se encuentran en comunidades de acogida, el 70 por ciento de ellos en la región de Sahel (norte) y el 30 por ciento solo en Djibo. La violencia también ha limitado el acceso de ACNUR a los refugiados asentados fuera de campamentos en las provincias de Soum y Oudalan, en el Sahel, por lo que el portavoz les ha instado a «trasladarse a los campamentos» con el fin de que ACNUR y sus socios puedan garantizar su protección y acceso a servicios básicos.
En cuanto a quienes han buscado refugio fuera del país, 10.000 lo han hecho en Malí. De ellos, según Baloch, 8.500 residen en Gossi, Tombuctú, N»Tilit y Gao, zonas todas ellas «directamente afectadas por la inseguridad». «Solo este año unos 3.000 burkineses han cruzado hacia Malí», ha resaltado, precisando que ACNUR está procediendo a registrarles y ofrecerles asistencia. Otros 300 de ellos han cruzado hacia Ghana.